viernes, noviembre 21, 2003

La loca de la colina (Un texto viejo, porque no hay nuevas ideas)

Sí, soy un cliché: tomo coca-cola, hablo mal de los hombres, odio el fútbol, me muerdo las uñas y lloro en el cine. No tolero que me enciendan el cigarro, que me cedan el asiento, que me abran la puerta. No uso medias porque las rompo y no uso maquillaje porque al final del día mis pestañas sólo piden clemencia y mis parpados quieren conservar ojos que sólo miren sueños. ¡Hace tanto que no sueño! Los hombres ya no dan material para construirlos. Antes eran otros tiempos, por ejemplo, mi abuela siempre amó a mi abuelo y nunca se le ocurrió que podría ser de otra manera. Mi madre tuvo hijos y jamás pensó que podría no tenerlos... pero estos son mis tiempos y ahora pienso que podría enamorarme del amigo de mis hijos o del de mi abuelo. Pero todo son sueños locos, en realidad yo estoy enamorada como una imbécil a pesar de no estar contigo, de las parejas ocasionales, de las barreras de latex, del internet y sus promesas. Yo te amo aunque me vista de negro y te persiga con una motosierra (¿lo ves? soy predecible), por toda la casa y luego te pida perdón de rodillas mientras remiendo tus heridas con estambre de lana. Y luego vendrás a decirme que no soy una mujer normal. Lo sé. Pero sabes que sí, que tengo mis manías y fumo Marlboro y bueno, un ratito de instintos asesinos, los tiene cualquiera. ¿Se me pasó la mano? ¿sí? Contesta--------contestaaa------¡contestaaaaaaa!

No hay comentarios.: