martes, julio 28, 2009

La palabra misteriosa del día de hoy: Scuppie


Empiezas buscando una cosa y terminas encontrando otra. Así fue como di con la palabra del día: Scuppie.
Pertenece a esa serie de palabras- etiqueta como yuppie, hippie, indie. Y en este caso describe a ese grupo de "gente bien" que se preocupa por la naturaleza. Es decir, algo así como "eco-nice". Aquí la definición:

SCUP·PIE /skәp·e/ n. (Socially Conscious Upwardly-mobile Person)
1. A person who desires all the best life can offer and strives for those goals in a socially conscious manner.
2. One who is dedicated to the pursuit of peace, happiness and cash (not necessarily in that order).
3. Someone ‘green’ -- i.e. one who understands the love of money does not preclude the love of nature...and vice-versa.


A mi modo de ver, la definición es ambigua y sólo me queda claro que se necesita dinero. Es un trío de obviedades que nadie con dos dedos de frente se atrevería a negar a menos que fueras el Ecoloco, un emo o Bush. Buena parte de los demás miembros del planeta no queremos ser pobres, ni queremos ver como la naturaleza se va a la mierda, ni deseamos ser infelices. Pero a pesar de las obviedades, en el tercer punto está la clave: Amar al dinero y amar a la naturaleza con tan descarada simbiosis, es por una parte un palitivo para conciencias ñoñas y por otra, una responsabilidad social que queda muy feo eludir en estos tiempos de corrección política.

O sea que ser scuppie está bien bonito. Ser scuppie significa que puedes comprar todas tus verduritas orgánicas, que puedes comprar tu coche ecológico, que puedes comprar pañales ecológicos que cuestan más que el mismísimo parto, que tienes un jardín para compostar, que tienes dinero para comprar muebles de maderas de bosques con certificado de renovación, que puedes comprar camisetas de algodón orgánico y no de asqueroso poliéster, que tienes espacio y dinero para tener un súper contenedor de desechos firmado por un renombrado diseñador, que puedes pagar por un cuaderno reciclado hecho por los bundunwún y pagado a precio de oro para que ellos simplemente reciban lo "justo"... en fin, que al final todo se resume en tener y en comprar, pero comprar con estilo y con conciencia, no como cualquier nuevo rico o como cualquier sobreviviente citadino que llega ahogado a fin de mes.

Y los que no somos scuppies, pero intentamos separar nuestra basurita, comprar la mayor parte de las cosas naturales, llevar nuestra propia bolsa a la compra y adquirir por lo menos el café de comercio justo; pero que no podemos pagar más por la emisión contaminante cuando compramos los boletos de avión, que no podemos comprar un coche ni ecológico ni contaminante ¿qué seremos?
¿wannabe scuppies?
¿Scuppie/dos?

No los culpo, cuando me saque la lotería seré igualmente nice. Lo juro por Scuppie.

lunes, julio 27, 2009

Nuevas versiones...

Otra vez soy el alacrán contorsionista de silencioso arrastrar. Otra vez me disfrazo de ocasión y aparezco en las tripas de una autopsia.
¡Charán!
¿Me habían olvidado?
Seguro que no, una larga lista de fracasos exitosos, gracias menores y comentarios al margen me avalan.
Y ahí aparece mi nombre sulfuroso, pudriendo un final de cuento.
Es una manera de contarlo.
La otra es más simple:
El tiempo me dará la razón y sus miserables y sórdidas historietas me absolverán.

sábado, julio 25, 2009

Mi memoria selectiva

Y a veces, cuando dudo de mi capacidad narrativa me pregunto "¿y el pasado que te has forjado?"
Me he convencido de que ocurrió lo narrado y no lo sucedido. Como todos. Una vez que nos hemos repetido mil veces nuestra versión, la damos por cierta y por vivida. Yo creo que eso debe ser viajar en el tiempo: modificarlo gradualmente hasta que todo cuadre con el presente.
Hoy no sé si mis recuerdos son míos o me los prestó el instinto de una superviviencia menos gris.
Como dijera Silvio "qué maneras más curiosas de recordar tiene uno..."
Qué manera, pues, de ponerse a salvo de uno mismo y de sus maniatados "hubiera".

jueves, julio 23, 2009

Be-actriz

Tengo ganas de ir a un lugar muy elegante. Llegar con peinado de peluquería y comportarme como personaje de Cheever. Sí, otra vez los personajes femeninos. Ahora quiero ser como un personaje.
Quiero ir a un lugar y que el maitre me conozca por mi nombre de casada y después beber el vino a sorbitos, así, como si me doliera llevármelo a los labios. Quiero decir cosas como "Creo que lo mejor es no hablar de política" o "La cena estuvo estupenda". Quiero tener la ocasión de decir "estupenda" sin sonar estúpida o sin que nadie me lo diga a la cara. Quiero darle una palmadita en la pierna a mi marido para que sepa que debemos irnos.
Tengo ganas de jugar a que no soy yo y callarme lo que tengo que decir pero sin hacer muecas. Porque a veces no hablo pero mi cara me delata con creces. Tengo una nariz pequeña que respinga por todo y unos ojos gritones. Quiero tener cara de botox para tener bajo control los gestos que se me tuercen.
Quiero cenar junto a la playa sin que se me corra el maquillaje o sin que el pelo me haga ondas extrañas sobre la frente. Quiero un vestido fucsia con corte halter y una espalda y unos brazos más estilizados.
Quiero ser otra y que después digan "corte" Y luego ir a mi camerino imaginario para poder describirme con odio y con deleite.

miércoles, julio 22, 2009

Buscando heroína

Últimamente no estoy muy en consonacia con mi género o con lo que feministas, femeninas y esterotipistas pretendan que sea mi género.
En la vida muy privada soy tan políticamente incorrecta que más de uno se escandalizaría de mis declaraciones. En mi vida semi privada soy casi correcta pero irónica y en la vida pública... hace tanto que carezco de vida pública que apenas recuerdo aquellos discursos hilvanados con las mejores frases de lo progresísticamente correcto. En todo caso, más de una vez se me ha achacado misoginia pero yo creo que no hay tal. Si acaso un poco de autocrítica y de resignación ante tanta mujer estúpida que pulula por el mundo.
Ya, ya sé que los tres esterotipos que describo a continuación son producto de la ficción pero algo hay en cada una de estas caricaturas que asusta. De hecho para cada caso tengo dos o tres ejemplos a mano, con nombre y apellido, que bien podrían empatarse en alguna de estas categorías y si no, pruebe usted mismo y verá como alguna de sus conocidas encaja.
En todo caso es un pretexto para recomendar un libro y dos películas. En realidad es un pretexto para escribir algo. No puedo con el cuento que estoy escribiendo. Hoy, no.

Ahí van:

Alice: Maruja marxista-leninista de Doris Lessing en "La buena terrorista". Personaje odiable. Alice es una mujer ñoña que proviene de la clase media inglesa pero se cree ultrarevolucionaria. Vive en una casa okupa (squatter) a la que le pone cortinas y flores y vive permanentemente obsesionada con caerle bien a la gente. El gran retrato de una cretina poco ilustrada e inconsciente que navega entre sopas nutritivas y pintadas clandestinas.
Sherry: La desgraciada ambiciosa de "The Killing" de Kubrick. Casada con un cajero del hipódromo al que trata como una mierda, Sherry dará al traste con un plan minucioso que no podía fallar. Es mala, mala, malísima y como toda mala, mala, malísima tiene un amante, un marido maltratado, una belleza superior y un refrigerador vacío.
Li Zhen: La taradita resignada de "Days of being wild" de Wong Kar Wai. Con su cara de "sufro, sufro, sufro" es la víctima perfecta, la que se deja ningunear a cambio de un minuto de amor (contado con reloj). Después, literalmente va llorando por las esquinas bajo la lluvia. Pero por favor ¡Si al tipo ya se le veía venir!

La cuestión es que además de estas recientes experiencias hace mucho que no encuentro un personaje femenino que me guste, que me motive, que me emocione. Ni la exageradísima Lisbeth Salander de la trilogía bestsellerista de Larsson, ni las gringas sórdidas de Carver, ni la Brigit de Dashiel Hammet... quizá por eso sigo buscando una heroína y mientras llega me sigo regodeando con las mujeres de pequeños cuentos misóginos de la Highsmith. Mujeres fallidas, jodidamente fallidas.

domingo, julio 12, 2009

Pigmalión de rancho

Mi buen amigo Mariano me hizo llegar esto a mi correo. Esta "joyita de lo asqueroso" como bien diría la Montse, tiene tantas lecturas como requisitos pide el galán en cuestión.
"¿Alguien le habrá contestado?" pregunta mi Pedro.
Yo creo que sí. No sé si las niñas, pero los papás seguro que sí. Seguro que hubo algunos que hasta pusieron a dieta a sus retoños para que cupieran en una talla 5.
Lo peor es que cuando uno cree que los tópicos no son más que tópicos, llega un señor emprendedor, machista lector de libros de autoayuda a tenderle una mano a la chica "de provincia", a la belleza del México profundo, a la pueblerina tímida pero luchona.
Vaya mierda.
Aquí lo dejo para escarnio de todos y bueno, también por si alguna amiga se anima.
Si alguna está interesada pero no alcanza a leer y le urge saber si encaja en el perfil, simplemente dé click sobre la imagen y listo.