lunes, agosto 08, 2011

El ciclo del agua


Mejor ser agua y fluir, fluir, encontrar la piedrita exacta para acariciar y seguir su curso.  Mejor ser gota que cae coronando al moho como rey del pavimento.  Mejor así nomás, suavecito y sin pensar demasiado en lo que no interesa que interese.  Mejor así, lloviendo tranquila como para devolverle la dignidad a las calles viejas. Jugando a que la vida únicamente era esto que está pasando y no la apología a la trascendencia que nos venden.  Qué desparramada me estoy volviendo.  Debe ser la edad o la pérdida de las tormentas que contamos y en las que no estuvimos, de los huracanes que intentaron soplar muy fuerte y se murieron chocando contra un muro.  Debe ser que la alegría es el conformismo de la gente normal.  Y sin embargo, uno no puede ser sino agua que se seca con papel periódico, que se exprime en el cubo de agua sucia, que lava los calzones de un abuelo.  Al final, agua a disgusto, agua que sube gracias a que hierve las papas de una familia insoportable .  Mejor ser agua y evaporarse y después fluir y encontrar la piedrita…