sábado, junio 30, 2007

Enmienda al post anterior

¿Uma Thurman?
Pero...
¡Pa' qué!
En realidad me parezco más a esta mujer y me encantaría parecerme más (por lo menos en la voz):

martes, junio 26, 2007

Ocio de la madrugada

Estoy haciendo un ensayo sobre posmodernidad y son las 4 de la mañana.
Para cambiar de capítulo decidí darme una vueltecilla por la red y ¡zaz! que me encuentro en el blog de la mommy langosta un interesante ejercicio para quitarme el tiempo.
Y ahí voy yo...
y lo hago...
Y ¡huevos! que me sale que soy 83% parecida a Uma Thurman.
¿A que sí?
¿A que ustedes siempre que me ven piensan que soy idéntica a Uma?
Pues no se burlen que un día de estos me pongo el trajecito amarillo de Beatrix Kiddo (voy a parecer una luneta) y al primero que se ría le corto la cabeza con la espada de Hatori Hanzo.
Para que vean que no me los estoy choreando, ahí va la demostración científica... jua jua jua.


jueves, junio 21, 2007

Soy feliz cuando como bocadillos (aunque no lleven aguacate)



Cuando como bocadillos soy feliz, feliz, feliz, porque eso significa que le estoy restando tiempo al noble arte de comer en aras de cosas más o menos productivas.

Ya casi me acostumbro a estos bocadillos sosos que vendrían a ser tortas en baguette pero sin jitomate (o sí pero embarrado sobre el pan), sin cebolla, sin aguacate, sin mostaza, sin chipotles, sin su quesito de oaxaca despeinado por los bordes, sin su papel de estrasa... Parecería que todo son pérdidas pero la cosa más o menos se balancea ofreciendo un jamón decente al interior.

Extraño las tortas de Don Chema que siempre acababan desparramando su grasa sobre mi escritorio. Las tortas del último recurso, del "no-tengo-tiempo-de-nada". Del como mientras reviso el documento. Porque eso sí, cuando dejo de comer es porque paso del estar ocupada al estar agobiada y eso es un suplicio para el que mis tripas elaboran rugientes consignas.

Soy feliz cuando como bocadillos y me lleno la boca de excusas para seguir corriendo. Soy feliz cuando llevo la torta en una mano y en la otra la vida. Antes era feliz buscando tiempos para no hacer nada. En ese entonces me sentía existir. No como ahora en que sólo existo sin sentirlo, o sintiéndolo mucho, siento que no existo.

Por eso, para seguir existiendo, hay que comer y mejor todavía, comer lo que sea para no quedarme ahí sentada frente a un menú de tres tiempos que ve pasar mi vida con la existencia aletargada por la hipersomnia postpandrial.

lunes, junio 11, 2007


La reina en Carcassonne

Juro que yo nunca quise ser una princesa aunque las conocí a todas de cerca. No quise correr el riesgo de cortarme la planta del pie con un zapato de cristal o de magullar mi espalda fina con un garbanzo duro. Los enanos también me daban miedo.

Mi infancia vivió entre la hegemonía infantil de Disney y las versiones originales de la crudeza eurocentrista. Las segundas me daban más morbo y las primeras más color. Desde entonces me quedaba con el morbo: con la Cenicienta sin ratones, las gotas de sangre que hablan y la Rapunzel no caricaturizada por gracia de la Guerra Fría.

Nunca quise ser princesa porque hubo una que no reía y otra que contaba cuentos para dormir a un asesino.

Nunca quise ser princesa porque no me hizo falta el trámite. Directamente me instalé en mi cómoda posición de reina.

sábado, junio 02, 2007

Cuando todo, toditosejunta

Y nos faltaron horas para más gin tonics y me sobra intolerancia para hacer trabajos en equipo y la conciencia se remueve con un cucharón de sopa y la sopa es calma y la calma es una frontera que queda lejos - lejos y despierto con la camita de los invitados vacía y el pie tenso en un calambre que concentra todo el estrés que mi hueva ha acumulado para devolvérmelo en el centro de la frente y en los libros libros libros que me faltan por leer y las ideas por remendar y los pedros por interrumpir los posteos y los ensayos para justificar que escribo que digo que sé que pensé que algún día pensaba pero no es verdad porque soy un simulacro posmoderno de mí misma.

Soy la que me invento que soy y ya nadie me cree.

Todo
todito se junta

Aquí
en la cabeza

No bastarán dos aspirinas ni el perdón me equivoqué porque pasadas las tres decenas las equivocaciones se convierten en derrotas y la candidez en bestialidad con moños.

Y toditosejunta en mayojunio: las visitas tan breves, los cumpleaños tan lejos, los aniversarios sin anillo, los ensayos sin fondo, los fondos sin letras, los proyectos sin término, los viajes sin hospedaje, las hipótesis sin teoría, las lecturas en voz alta con la musa enmudecida, los programas de radio sin audencia... y los posts vacíos con letritas todasjuntas para justificar las ausencias y decir que ya vine. Pero ya me voy.