miércoles, diciembre 29, 2004

Mi vida como oso

Estoy con mi vida de oso: comer y dormir.
Por eso no posteo nada.
Quizá cuando pase el periodo de hibernación vuelva a las andadas.
Me consuelo con quesos de todo tipo, alcoholes de casi todos y muchas horas de sueño y de películas nuevas.
No quiero volver a mi vida humana. Quiero ser un oso siempre.
Adoro mi vida como oso con mamá oso y los tres ositos.

sábado, diciembre 25, 2004

La famiglia
Afuera los escucho gritar. La familia extensa que se me desparrama por el inconsciente que se formó en la infancia.
Ni siquiera se parecen a mí ni yo a ellos. Yo me parezco a mi papá. Ni modo. No me tocó la nívea piel de mis primas, ni sus buenas nalgas. Tampoco me tocó esa mamonería que no sé si es adquirida o hereditaria. No aspiro a casarme con un corredor de bolsa ni con un corredor de coches. Es más... no aspiro a casarme con nadie.
No pertenezco a ninguna de sus submafias ni me pongo de tapete con el Padrino. Mientras ellos viven en la Isla de la Fantasía yo vivo en la Isla del Doctor Moreau. A veces me pregunto porqué diablos los quiero. También creo que debe ser aprendido, que es un asunto de amaestranza en el arte de querer a los parientes. Otras veces creo que sí me quieren, pero que su cariño es una mezcla de costumbre con misericordia. Somos la parientas pobres, una especie de arrimadas silentes que ocupan un lugar en las fotos para poder estar "completos"
Claro, hay sus excepciones. En general, son el tipo de gente con el que no saldría ni a la esquina. Y eso es biunívoco. Yo soy justo el tipo de personas con las que jamás cruzarían palabra. De hecho, no cruzamos palabra, básicamente porque me aburren. Pero por alguna extraña razón, estamos en este mismo conglomerado social llamada familia y no sé, habrá que preguntarle a Levi Strauss o a algún antropólogo.
Me asomo por la ventana y los veo tan felices que podría llegar a imaginar que la disfuncional soy yo. La cuestión es que funciono y fluyo tan maravillosamente bien en otros ámbitos, que entonces sólo pienso que la cigüeña se equivoco. El problema es que sospecho que se equivocó tres veces: mis otras hermanas también están en el bunker huyendo de Luis Miguel y Dolce & Gabanna.
Mamá ¿En dónde está mi familia?
¿En una comuna hippie? ¿Se quedó en la ruina? ¿Son unos yonquis? ¿Se pelearon por una herencia? ¿Viven en un barrio marginal?
No sé... Los locos Adams me cuadrarían más como familia que esta linda y bonita famiglia que sostiene sus sonrisas con perchas finas y se apapachan con regalos lindos. Es que... son lindos.

miércoles, diciembre 22, 2004

La pianista

"No tengo sentimientos, Walter, y si los tuviera; no superarían mi inteligencia"

domingo, diciembre 19, 2004

Así nomás ¿Y?
Intentaría poner un texto irónico o una sentida metáfora. Hablaría del desamor o alguna de esas recurrencias tan circularmente mías.
Pero la verdad, estoy cansada. Realmente cansada. No metafóricamente, ni de alguien en particular. Simplemente siento ese cansancio que no tiene otro remedio que tirarse sobre la cama y quedarse dormido al poco tiempo.
Me duelen los pies y la espalda. Llevo todo el día (y el dia anterior y el anterior al anterior) pidiendo time codes, diafragmas, planos, secuencias. Subiendo y bajando sacos de arena, micas, cartones, cuadernos. Escuchando los mismos diálogos y corte, corte, corte...
Jamás había agradecido estar tan cansada. Tanto ajetreo no me ha permitido pensar en nada... o en casi nada. Si acaso se perfilan algunas claridades que se estropean ante la pregunta más escuchada en los últimos meses: ¨¿Qué vas a hacer?"
Seré simple en la respuesta:
Afortunadamente, no tengo ni puta idea.
Así nomás.
Así de gratuitamente feliz y simple.




jueves, diciembre 09, 2004

Cuatro gordos y muchas chelas

Habíamos una vez cuatro gordos que luego de varias cervezas, tuvimos la genial ocurrencia de crear nuestra propia revista virtual.
Por fin, después de muchos avatares, ires y venires, campañas políticas, arritmias cardiacas, cambios de domicilio y algunos reventones... Para todos ustedes:
Revista Cardamomo

Hoy jueves 9, en el Museo de Artes de Tlaxcala (MAT) a las 6 de la tarde se hará el gran show de presentación.
Habrá vino primero de honor, y después si se prolonga el reven también de deshonor.
Por supuesto estarán los infaltables bocadillos y más vale que se los coman porque llevo toda la noche haciéndolos.
Aquellos que no puedan venir porque les queda lejos, podrán consolarse viendo la revista vía internet. El link está ahí arribita.
¡Los esperamoooos!

miércoles, diciembre 08, 2004

Salud a tus 39
Salud por Bolaño que escribió Mexicochileasídejunto. Salud por nosotros que escribimos toda una historia con los saldos de crayón que nos dejaron otros cuentos. Salud por mi cobardía que te dejó marchar con los ojos llenos de Visine. Salud por tu capacidad de construirme una quimera. Salud por el Duque que nos permitió amarnos en su morada. Salud por mañana, y tus estrenados 39 años. Salud por la noche de marzo en que olvidamos que la única lealtad válida era la de nuestros cuerpos. Salud por mis crenchas rojas que hace tiempo ya no uso. Salud por las piezas que encajan sólo si están juntas. Salud por la cámara web que me devuelve la sonrisa que te he sacado a fuerzas. Salud porque ya nada más sonreímos al amparo del recuerdo. Salud porque el recuerdo es suficiente para pensar que por una noche, el amor existe todos los días.

martes, diciembre 07, 2004

Lamentos del desamparo autónomo

Gritas que todos se vayan, que no los necesitas. Y a él le pides que se largue y le aplicas dos golpes en las espinillas y un puñado de espaldas regadas en su diario camino rumbo al kiosco. Te aferras a un holograma que dice lavar sus calzones. Que no te dejen, que te abandonen, que te quieran, que te odien, que te aprecien, que te desprecien. Que tú no sabes si quieres partirte en vertical o en horizontal. Que no sabes si multiplicarte implica estallar y morir en el intento.
Les suplicas que te dejen sola con tus heterónimos y mientras uno bebé té con leche, el otro se inyecta heroína. Apenas se conocen porque temes que tú misma puedas hacerte compañía. Tus desamparos se muerden un labio con total de no llorar. Adoras tus rictus marchitos de risas vacías y prefieres el loop infinito del Chelsea Hotel en donde juegas a amanecer con el esqueleto de Leonard Cohen.
I need you
I don?t need you
Ineed you
Idon´t need you
And all of that jiving around
Y te vas quedando sola como querías, porque aquel que ose robarle las viandas a tu egoísmo será lapidado con las piedras de tus riñones. Tironeas con tus propios fantasmas el último pedazo de frase: ese medio decir de los hasta luegos que se convierten en hasta nuncas. Eternos Bona nits de una noche que no produce estrellas, ni sirenas, ni avestruces, ni detectives piadosos. No quieres que se acabe el cuento, pero te arrancaron la hoja del final y te quedaste para siempre atrapada en el vientre de la ballena... Como de costumbre, olvidaste los fósforos.

jueves, diciembre 02, 2004

Otoño
Este otoño no es apto para patos que no se quedarán a vivir entre nosotros. Las hojas secas me recuerdan al ejército de fantasmas que saltan de su caja de cartón para limpiar mis oquedades.
Una vez más mi cuerpo le llora a todos los muertos de la primavera pasada y a todos los vivos a los que corté la lengua una vez terminado el verano. Ya no hay encuentros ni cervezas pretextadas por el mucho sol. Ya queda solo mi cabello cobrizo en el que se enreda la serpiente luminosa que habita bajo la cama.
Este otoño no es apto para almas solubles, porque el pronóstico del tiempo anuncia que lloverá hacia adentro, nos haremos charco y otros pies nos harán estallar en mil colores.
Me barro y me escondo bajo la alfombra opaca de un parque en el que ir y volver es un mismo verbo que se define en la punta de mis zapatos. Entonces habremos de esperar otro ciclo migratorio, otro cambio de color, otra piel sobre piel.