lunes, enero 24, 2005

Vacaciones todo incluido

Vía MSN, me ha dicho Rosa que porqué no escribo en mi blog. He aquí una explicación cualquiera:

Después de mi inminente desempleo, estoy en unas breves vacaciones en San Miguel de Allende. Es un paquete todo incluido que contempla traslados en automóvil, alimentos, hospedaje, novio, e incluso algo que se parece a la felicidad. No, no a esa felicidad a la que estoy acostumbrada, sino más bien a esta felicidad. Arrrghhh... ni yo me la creo.

Es por eso que no he estado disponible.

Cuando la nube se pinche y vuelva a la pinche realidad, estaré de nuevo por acá.


sábado, enero 15, 2005

Retrospectiva

En estos seis años me morí y reencarné. Llegué a inventarme a un pueblo donde nadie me conocía y en donde podía dejar de ser yo para empezar a ser yo. El rey ha muerto, viva el sapo y la princesa que esto escribe volverá a ser la feliz calabaza que era antes de que tuviera que caminar con zapatos apretados.
El balcón que da a la plaza ayer lucía tan triste mientras del otro lado la algarabía del tirano nos pisoteaba el orgullo. Incluso sentí simpatía por gente que nunca había sentido. Una especie de solidaridad en el fango que jamás se sintió en los reflectores.
Ya de nada sirve lamentarme en los "si hubiera..." este también fue mi muy prematuro aprendizaje y la próxima vez lo haré mejor pero no sé si con el mismo entusiasmo. Ahora quiero de nuevo perderme entre la gente y no ir saludando a diestra y siniestra. Quiero sacarme un moco en la calle, ponerme ebria en la plaza, correr descalza en el jardín botánico. Quiero quitarme las trabas mentales que me deformaron de los 22 años hasta hoy.
Necesito ser más libre porque me perdí en el laberinto de los espejos y me ví más alta, más hermosa y más soberbia.
Necesito recuperar la sencillez de antes sin perder la seguridad que gané ahora.
Mañana me iré a despedir del balcón, del escritorio, del librero. De la gente no sé cómo lo haré porque cada que lo intento se me hace un nudo en la garganta y acabo mojándome los ojos hasta perder la visión.
Hace varios días le decía a Arcelia que estoy más acostumbrada al desamor que al desempleo. Hoy tengo varias ofertas de trabajo en puerta y una posibilidad de amor.
Me voy más fuerte y segura, aprendí a sobrevivir fingiendo, grillando, siendo diplomática (a pesar de tener un rostro delator que no perdona mi propia hipocresía). Inventé, cree, adapté, disfracé, me odiaron, odié, me aclamaron, aclamé.
Me enamoré de verdad, de mentiras, a medias. Me quisieron de verdad, de mentiras y a medias. Tuve mil amigos, me quedaron tres. Tuve mil enemigos, desaparecieron y acaban de resurgir.
Escribí, canté, reí, lloré, sufrí, me deprimí como siempre y me divertí como nunca.
Dicen que en provincia el tiempo pasa más lento y sí lo creo. Estos seis años me rindieron como si hubieran sido doce. Para bien y para mal. Maduré hasta la podredumbre y ahora debo abonar una planta nueva y desconocida. Ojalá sea una mandrágora.

martes, enero 11, 2005

Objetos perdidos de sujetos extraviados

Atento aviso a los pasajeros que han abordado esta nave especial. Favor de pasar a recoger sus objetos en un lapso no mayor de 30 días hábiles, de lo contrario no adquiero responsabilidades por el estado físico de las cosas ni por la devaluación del valor sentimental de cada una de ellas.
Favor de traer el respectivo vale con su inicial para poder entregar:
  • Piedra naranja que te regaló el colombiano que te tiraste en Barcelona (C)
  • Cepillo de dientes que te turnas con tu güey (C)
  • Recipiente plástico de Boing que me cambiaste por Pyrex original (C)
  • Cobijas con aroma a patas de italiano (M)
  • Crema depiladora nuevecita que podría ser de cualquiera, menos tuya (M)
  • Tapetito para hacer sushi (M)
  • Tubos de óleo de diversos colores para pintarme la vida de gris (L)
  • CD de "Somos" (paradoja para quien no supo conjugar ese verbo) (L)
  • Tres rastrillos azules marca libre (L)
  • Sombrero de Gilligan que te hace parecer aún más tonto (I)
  • Gabardina negra con bolsillos rotos para guardar tus sueños de clown (GL)
  • Sueter de tu ex novia que me prestaste en una noche de frío (V)
  • Camiseta del calendario maya que cambiaste por una que era de otro pasajero (V)
  • Guía de México para instalarnos en un perpetuo viaje (P)
  • Disco de Bebel Gilberto para vocalizar en el camino (MA)
  • Tres aros metálicos para reflector (ojalá te iluminen el cerebro) (Y)

Si alguna de sus pertenencias no aparece en la lista, es porque seguramente yace en uno de los cajones en los que no hice limpieza. Si este es su caso, le suplico que se cerciore de que realmente esté aquí y no en casa de otra novia, otra amante u otra amiga. Esta nave nodriza no tiene sucursales y no se aceptan reclamaciones por vuelos con otras malas compañías. G-R-A-C-I-A-S

sábado, enero 08, 2005

Un modelo para armar, pero nunca para desarmar

Todo empezó con un tornillo. Ajá, el típico lugar común: "Se te cayó un tornillo" y escuché el "clanc" pero jamás lo encontré. Le resté importancia al asunto y empecé a sentir floja la cordura.
Después me dí cuenta que mi cara de rosa no embonaba con mi cuerpo de sandía, y obligué a la sandía a convertirse en tallo de flor. Lo más que logré fue que le salieran espinas y entonces la sandía se transformó en erizo.
Un erizo necesita un corazón de erizo, así que quise cambiar al caracol que hacía las veces de músculo cardiaco por un corazón de erizo. No hubo en existencia y cuando obligué al caracol a volver a su lugar, se había salido de su casa. Rellené el caparazón con media docena de arañas que intentaron aferrar sus patas a otros corazones. Mala idea. Por lo general a la gente no le gustan las arañas. A mí me encantan y por eso empecé a dejarlas construir sus redes sobre mi cabeza. Me hicieron un sombrero con red como el que tenía mi abuela, pero más tétrico y hermoso. Un sombrero que tapara mis ojos de Medusa. Tienes fuerte la mirada, dijo uno y cuando se hizo de piedra lo puse a rodar cuesta abajo. Tienes fría la mirada, dijo otro que trató de huír a otros ojos más térmicos congelándose en el intento.
Cuando pretendí cambiar mis manos de enredadera que se aferraban a todo y hacían despliegue verde en cualquier pared, le robé las manos a Edward Scissorhands y también le robé un beso que me puse de arete en la aleta de la nariz. Herí a diestra y siniestra, queriendo y sin querer. Me mutilé algunos motivos piadosos y recorté las sombras al tamaño de su justa dimensión. Jamás he estado conforme con mis manos. Las he cambiado por guantes de box, por patas de pollo, por alas de murciélago, por pinzas de depilar. El último par son estos pulpos que con su tinta escriben.
Con el paso de los años me armo y me rearmo a voluntad. Algo bueno debía tener ser un saco de refacciones inconexas. Alguna utilidad habrá en tantos trozos de incongruencia y latas de refresco vacías. Me reciclo, me obligo a existir contra natura. Y si me pesa mi monstruosa existencia, también la encaro con cinismo y malas mañas.




miércoles, enero 05, 2005

Insomnio o el juego del pollo rostizado

I Beatriche boca arriba.
No entiendo cómo la Highsmith siempre me lee el pensamiento y escribe justo lo que yo quiero leer. Me pone personajes que me recuerdan a los vivos. Por ejemplo ese Richard, tan paciente con la cabrona de Therese, en las 199 páginas que llevo, sólo una vez se ha enojado con ella. Yo ya la habría mandado al carajo. Yo ya me habría mandado al carajo. Richard quiere irse a Europa en marzo y Therese aún no sabe si irá... pero yo no me llamo Therese. Tengo los pies fríos.

II Beatriche con la cara hacia el calentador en posición fetal.
Mis hermanas no están. Se largaron a Argentina. Cómo las envidio. Qué daría yo por estar en San Telmo tomando el sol y no congelándome aquí solita bajo las cobijas que no sirven para ni madres. Una se va a Tucumán y la otra a Bariloche. ¿Y si les pasa algo? ¿Si se voltea el bus o se resbalan con una piedra o tienen un accidente cualquiera? ¿Si vuelve a pasar algo horrible en un antro? ¿Me quedaré sin hermanas? Aaaay, pero qué feas cosas piensas. Ya duérmete.

III Beatriche con la espalda hacia el calentador y totalmente recta.
Odio que se me salgan los pies de la cama pero no quiero acomodar las almohadas ni cambiar de posición. Me cae que ahora así me voy a dormir. Al único y verdadero príncipe azul, seguro que también se le salen los pies de la cama. Debería soñar con él. Hace mucho que no sueño con él. Una vez soñé que me salvaba en la playa del ataque sexual de un lobo marino. Otra vez soñé que me rescataba de un elevador. Ahora que lo pienso, esos sueños eran más heroícos que eróticos. Creo que hoy, ya no podría soñar lo mismo. Ya no creo en la monarquía y este pinche planeta azul, apesta. Y yo, me estoy quemando la espalda.

IV Beatriche boca abajo.
Puta madre, mañana tengo que limpiar la computadora de la oficina de archivos inútiles y empezar a llevarme todas mis cosas. En el cajón izquierdo, tengo todos mis papeles, diplomas, constancias, pasaporte. En el de arriba broches del pelo, cepillos, un rimmel. En el de de la derecha CD's y no recuerdo qué más. Y en el otro todos mis antialérgicos, pastillas para el cólico, kotex, aretes, chicles. Tengo dos cajas repletas de revistas y varios libros. No quiero imaginarme cuando cierre la puerta de esa oficina por última vez. Aaaay, pero no te pongas a llorar ahora, no me jodas. Ya, piensa en otra cosa.

V Beatriche boca arriba con las piernas flexionadas.
A ver, piensa en un cuento, o en una poesía. No, mejor en un cuento porque si se me ocurre la genial metáfora me va a dar mucha hueva levantarme a escribirla. Como sea, de la historia me acordaría más fácil. Un personaje en busca de autor... no, qué mamada, eso ya lo hizo Pirandello. Un autor en busca de personaje. Si tuviera talento, me dedicaría a escribir en serio. Pero no sé si tengo talento y miedo o miedo nada más. Es que claro, con el malhumor que tengo, ¿Quién se atevería a decirme que escribo de la mierda? Creo que mis gritos y mi perpuetua geta más que ahuyentarme los amigos, me han ahuyentado las verdades. Nadie se atreve a decirme nada. Por lo menos no a la cara. Por eso a la gente le doy su espacio para que hable mal de mí y encima no me lo agradecen. Cabrones. Al final yo también hablaré mal de ellos. Quizá sean peores que yo. Es más, muy seguramente lo son. Pero que se pudran en su olla, yo ya me voy.

VI Beatriche boca abajo
Ya sé qué me tiene así. El café que me tomé después de comer. Me lo sirvieron en una taza horrenda y despostillada. Entonces es la taza lo que me quita el sueño, porque a la cafeína estoy habituada. Haz una lista de lo que te quita el sueño y trata de resolverlo, y si no se pude resolver, pues sólo duérmete y ya: Desempleo.... mmmmm... next. Mudanza, uta qué hueva. Volver a casa de mi madre, no mames, me la voy a pasar de malas y peleando con todas. El susodicho adelantó su viaje para enero, tengo el curso de titulación y no lo he pagado. Debo lana de mi computadora. ¿En serio hago la lista o mejor lo olvido? No sé qué hacer con mis muebles. No sé si prestarlos, rentarlos venderlos, guardarlos. Se me pasó la fecha de las becas y ahora debo esperar hasta el 2006. Me quiero ir a Londres y luego a Barcelona... o mejor al revés o... ¿Si me voy a Barcelona, es para siempre? ¿Y si no es para siempre a qué voy? ¿A seguir alimentando a cucharadas el amor de lejos? ¡Eso es de pendejos! ¿Y si es para siempre... qué voy a hacer? ¿Para siempre será mucho tiempo?

VII Beatriche boca arriba, boca abajo, en posición fetal, con el calentador apagado, encendido, pies flexionados, juntosbrazos bajo la cabeza, sobre la cabeza, ya son las 4... son las 5... son las 7, veo una luz, me duele la espalda, me queda una hora... ya son las 9. GAME OVER.


sábado, enero 01, 2005

Esperanza es nombre de puta

No recuerdo en donde leí esta frase, pero me encanta. Y que me perdonen las Esperanzas, no es contra ellas, sino más bien contra las esperanzas que hacen su estúpida aparición de vez en cuando pero que se visten de gala en días como hoy en que algo comienza, o parece comenzar, o nos han dicho que debemos poner 1 del 1. Primer día de una serie que juega al círculo más conocido y emblemático de nuestras vidas. Como los cumpleaños, pero en esta ocasión de caracter masivo.
Este primerodenero, no haré propósitos que después se conviertan en despropósitos que persiguen a mi conciencia y juegan a dominar a mis culpas.
Así que nada de listas de buenos deseos y sí, me tragué las doce uvas como me pude haber comido un jabalí o doce botones o nueve prozacs.
No soy pesimista, pero el optimismo me parece un atajo al conformismo. Así que mejor me quedo con mi realismo irónico y me dejo del resto de "ismos"
Al final, no sé ni para qué me quejo: El 2005, no viene tan malo. Está la libertad (entrecomillas), está febrero y tu arribo y están todos los meses que vienen para hacer de mi vida un papalote.