martes, octubre 26, 2004

Instrucciones para una correcta taxonomía

Como resultado de numerosos estudios, he llegado a la conclusión de que podemos dividir a las especies masculinas en tres familias: Amores, Pretextos y Obsesiones. Si bien en algunas ocasiones pueden confundirse, básicamente en la taxonomía debemos decantarnos por la mayor cantidad de caracterísiticas que lo apeguen a su familia correspondiente.
En la familia de Amores (Desde ahora Amorae en consideración a la clasificación taxonómica) encontramos aquellos individuos que presentan los siguientes caracteres: Patas con filamentos adherentes al músculo cardiaco, alas diseñadas para altos vuelos y nula visión, los Amorae pueden confundirse a simple vista con las otras dos familias sin embargo podemos diferenciarlos por su apreciada sangre usada como potente droga y a causa de la cual, se encuentran en vías de extinción.
La familia mayor en extensión, es la Pretextae. Debido a la disposición de sus cortas alas, zumba pero no remonta el vuelo. Estas especies tienen un profundo apego por los espacios vitales, así que no es difícil encontrarlos dando vueltas sobre nuestro frutero, nuestra cama, nuestro baño. Aunque aparentemente son inofensivos y caseros, su inestabilidad y desapego los convierte en altamente peligrosos. Si bien se les puede adoptar como mascotas, no olvidemos que son sólo pretextos para llenar vacíos de forma temporal.
Los Obsesionae son la familia más longeva. Pueden vivir durante años alimentándose sólo de miedos, complejos y dudas. Los Obsesionae y las cucarachas, son quienes sobrevivirán a la bomba atómica. Con una trompa enorme para producir picaduras, los hay venenosos e inofensivos. También se les distingue por los dientes con los que se aferran, mismos que heredaron de sus antepasados parásitos. Su cuerpo mutable los hace repelentes a todo tipo de insecticidas y artimañas para sacarlos del paso. Esta misma mutación los confunde con los Amorae, sin embargo su sangre es amarga y con efectos adversos, aunque eso sí, a veces más adictiva que la de los mismos Amorae.
Y después de un poco de teoría, pasemos a la práctica:
Necesitamos una caja con poca profundidad. El ancho y el largo van de acuerdo a nuestra colección particular.
Se dispone la caja con tres divisiones: Amorae, Pretextae y Obsesionae. En cada una de ellas habremos de ir colocando cuidadosamente los especímenes de la forma más simétrica posible. Con mucho cuidado se les introduce un alfiler a cada uno, justo a la altura del medio cuerpo procurando no dañarlos mucho. Hay coleccionistas extremos que alfilerean a las creaturas vivas. En lo personal, prefiero coleccionar cadáveres, que es tanto como coleccionar recuerdos. Lo que se recomienda es que si se tiene una especie viva de la familia Obsesionae, se le introduzca de inmediato el alfiler. Con los Amorae, lo mejor es dejarlos que vivan lo que tienen que vivir, y los Pretextae, van y vienen a placer.
Una vez performados, ponemos el insecto con todo y alfiler y debajo el nombre científico siempre escrito con cursivas. Posteriormente añadimos datos como fecha, lugar de captura y paraje.
Ejemplo:
Orden: Coleoptera transitania
Familia: Pretextae
Especie: Galanpoethia chilensis
Fecha: Marzo del 2002
Lugar de captura: Colonia Condesa, México D.F.
Paraje: Cantina Xel- Ha.
Debemos tener mucho cuidado y poner un vidrio grueso que tape bien la caja. Esto para evitar que parásitos se coman a los insectos exhibidos y también para prevenir que un buen día nos persigan todos juntos.
Recordemos que el interés de este ejercicio es básicamente educativo y de acercamiento vivencial al objeto de estudio. Tener siempre a la vista a estos bichos, nos ayudará a no repetir experiencias desfavorables y a ubicar a cada familia sin que se mezclen entre sí.





viernes, octubre 22, 2004

Merde dipinto di merde

Después de hacerle inumerables getas, veo salir a esa chica de perfecto trasero y cadera conmovedora, y pienso que el cinturón no le combina para nada con la ropa que trae ...inche naca. Y me doy risa, porque siempre estoy buscando la paja en el ojo ajeno. La culpa es del mundo, yo soy inocente. Todos están mal, yo salgo incólume de mi balance. Ella cinturón feo y yo necesitando metros y metros de mecate para rodear mi cintura.
Estoy en otro ataque de misantropía y llevo transcurriendo estos días entre la oficina, la casa y la esperanza de una resurrección. Los muertos apestan, que no resucite Lázaro porque llenará mi vida de jirones de carne podrida. Que descansen en paz todos menos mi conciencia.
Y así voy con mi brochita pintando a todos? manchándome con quien se deja, fastidiando al que no se ciñe a mi paleta de colores. Bah, jódanse.

miércoles, octubre 13, 2004

Carta imposible

Querido ExQuerido:
Te escribiría una carta, pero odias leer; aunque ahora pienso que quizá el morbo de saber qué dice te haría pasar los ojos por estas líneas. Te mandaría la carta si no tuviera la lengua tan seca y tan incapaz de pegar dos sellos de correo en la esquina de un sobre. Quizá el viejo cojín de la oficina de correo me auxilie, pero aún así el sistema de envios es lento y como esta pasión tiene fecha de caducidad, seguro te llegaría una carta rancia y enmohecida.
Por eso te escribo esta carta imposible, que sólo deje constancia de que en un domingo tan nublado, el único rayo de sol que perforó las nubes, me hizo recordarte. Pero después, lo de siempre, se volvió a cubrir el cielo del mismo gris que tenían tus ojos y ahora amenaza con llover en los míos.
Y si pudieras leer esta carta verías que en algún lugar escribí Te querré siempre, pero mis siempres son tan imprecisos y contradictorios como mis alguna vez y como mis no lo sé, así que es mejor que no cargues con mis palabras tan endebles y con mis eternidades tan breves.
Si me respondieras esta carta, escribirías Yo también te quiero mucho pero tu mucho no es siempre y ese mucho vive contenido entre los muros de tus prejuicios. Si me respondieras esta carta, no la enviarías de vuelta porque todo el tiempo que le quites al extraordinario ejercicio de mirarte el ombligo, es un tiempo vano.
Y ahora sé que tampoco me responderías porque sabes que te estoy mintiendo, que no te querré ni siempre ni mucho, que te quise lo que pude y tú no pudiste hacer nada con ello.
Aquí acaba la carta porque se me desdibuja el destinatario y de pronto siento que te estoy inventando, que no te escribo a ti sino al que no fuiste. Al que me fragüé una noche en que alguien -quizá tú- llamó para pedirme que estuviéramos juntos. El resto es una historia que se bifurca y que cada quien cuenta a su modo.
También te mandaría un beso, pero no uno cualquiera, sino uno con música de fondo y miradas sorprendidas... Tú sabes a cual me refiero.
Luego firmaría en esta parte.
Y te pondría una postdata ligera, para restarle contundencia a lo demás. Una frase insulsa seguida de una carita feliz como para graficar que no hay rencores, que todo está bien aunque no nos estemos riendo juntos de la misma película dominguera.

lunes, octubre 11, 2004

Múrgulas con vientre de tocino

En los capítulos anteriores, la protagonista parecía tener todo bajo control: los malos en la cárcel, los buenos de aliados, los regulares de extras, el diván en la tapicería, el pan pan y el vino vino.
Pero como dijera Manu Chao: "Todo es mentira en este mundo, todo es mentira, la verdad..." Así que los malos están en sus sueños, los buenos para nada, los regulares saltan sobre su medianía, el diván es un trapecio donde no cabe su trasero, el pan duro y él vino... pero así como vino se fue.
Y es que ahora la protagonista no sabe cómo diablos se empata una vida a cuestas con una panorámica de tapiz. Y cuando mira su regalo con moño rojo (Gracias, Rafa) lo primero que lee es "Múrgulas con vientre de tocino" y luego lo abre y mira esta cita de Pepe Carvalho: "Hay que beber para recordar y comer para olvidar" y se cree que todo es una cábala, un I Ching y se toma dos margaritas al hilo con tal de no deshojarlas sobre el pantalón negro porque no hay nada más patético que hacer llover los recuerdos sobre fondo negro, produce chroma y no se ve bien en la pantalla. También come postre doble para olvidar un campari en la playa, un beso en día festivo, un destinatario imposible... Y sigue comiendo una pera almibarada para barnizarse la amargura y olvidar su mano sobre la de él y nunca viceversa... y aaaaah, suspira porque con tanto dulce se pone cursi, cursi y gorda.
Pero no todo está perdido. La siguiente semana será de acción. Tendrá que lidiar con su padre, su abuela, su tía, sus hermanas impertinentes y con el saldo de una noche de antro ocurrida hace meses. Súmenle el trabajo que por estos días no escasea, la duda que pende de un hilo, la lectura obligada de Nietzsche que tanto le recordará a su ex, los mil y un formatos, la ola amarilla, los problemas económicos, las promesas que no va a cumpir por pura venganza de lo que no le han cumplido, el amor de lejos que es de pendejos...
No se deje de perder los siguientes capítulos en donde la bien bautizada "Oficinista disfrazada de aventurera" complicará más las cosas con todo el mundo. Así que quedan advertidos. Deje de ver como destruye todas sus relaciones con el rayo láser que se robó de un hotel de Oklahoma y pierdase... pero de su vista porque incluso matará al mismísimo Mr. Blogger.


domingo, octubre 10, 2004

Agua pasa...

Agua pasó por la cajita de recuerdos que destaparon las Palmeras Kaníbales. Hace cinco años que Emiliano era tan guapo como hoy, o quizá más. Hace cinco años también había lluvia pero menos que hoy. Yo recién había llegado aquí y me parecía que el ancla con el DF era necesaria. Entonces eran días de lluvia festiva y no de lluvia triste como la de hoy que se queda en mis huesos y... ay mis reumas.
Y siguió lloviendo y mi tolerancia se deslavaba con cada gota. Le grité a mis amigos que no son mis amigos, pedía a gritos una silla, una gota resbaló por mi espalda y se quedó ahí mojando el coxis por el resto de la tarde/noche.
Mojé mis botas, fuimos con el juez, sacamos a dos Antidopings de los separos, reggaemuffin revolution, qué bien se portan esos niños. Primero pensé que habría marihuana en el fondo del asunto, pero no. Con tanta agüita a uno le dio por mearnos el Centro Histórico. El otro rescatando al meón, fue llevado por obstruír las labores de la polecía. Legalizer rastaman, hasta les cantaron a los borrachos detenidos.
Colmada de lluvia y desesperación ya no quería saber nada de fiesta. Las bandas tampoco porque nadie se quedó. Ni las Palmeras ni los Da Punto. Les esperaba un largo camino de carretera escurriendo por los cristales.
Y para mi un par de cervezas, la visión de una mundanza a medias y cuando creía que todo estaba mejor, rematamos el día con una nalgada en plena calle sobre mi culo húmedo. Y yo ahí con el alma escurriendo, sin capacidad de respuesta e indefensa después del caudal de gritos que se mojaron antes de hacer eco.

jueves, octubre 07, 2004

Sociología zen

Son las 10 de la noche con 40 minutos y sigo en esta oficina redactando artículos, textos, documentos sobre juventud.
¿Qué diablos se pensó Bourdieu cuando dijo que "La juventud no es más que una palabra"?
El día de hoy he hecho más de doce cuartillas y no sé cuantas tablas...
Pinche Bourdieu, te pasaste de lanza con tu capacidad de síntesis.

miércoles, octubre 06, 2004

A quien no corresponda:

Por medio de la presente
le informo
cordialmente -eso sí-
que a partir del próximo mes
lontananza es un mito sexenal
que culmina en el tercer cajón del escritorio
y resucita al calor
de un nescafé sin azúcar
pero con dos cucharaditas
de mala leche.

Sin otro particular,
le envío un atento - y rutinario-
saludo.
Atentamente,
Nombre
y firma
de la que viste y
lamentablemente
calza.


Con copia para:
Mis días muertos
Con copia para:
La manzana que yace en mi bolsa
Con copia para:
Archivo muerto.



domingo, octubre 03, 2004

Polaroids de un sábado largo

Salón de té
Las puertas carcomidas pintadas en beige, el candil de cristal de bohemia y el piso de duela. A mi me gusta desayunar en el salón de té de el Sanborns de los azulejos.

Frida, siempre sí te quiero
Ayer me reconcilié con la Kahlo y a la Frida le vale madres. Una la transfunde y otra la desangra. Siempre sí la quiero, lo que pasa es que me atoro en el cliché y se me olvida que no hay nada más cliché que negar los clichés.

Crónica de sociales
Y dos novios bailando afuera de Bellas Artes al ritmo que les marca el cilindrero. Hache me dice: "Nena, el sentimiento es cursi" En un minué, el novio se gira y descubro que es Alberto Chimal.

Pa' vestir santos
Testigo de un acto místico, vi como sin ninguna consideración artística y/o mística tres chalanes bajaron del altar a San Francisco y luego lo vestían. Los santos no están desnudos, los visten sobre su ropa de yeso y madera. Por lo tanto no hay ningún goce sensual en las solteronas que se quedan pa' vestir santos.

Borceguí
Hache necesitaba unos zapatos porque en la casa rodante que traía en los dos tremendos maletones más el estuche de la guitarra más su "bolsito de mano" que pesaba doce kilos, no le cupieron los zapatos. Y henos ahí, en el famoso Borceguí rodeados de niños con patas chuecas y apestosas. Un mal viaje de zapatería. La primera vez en mi vida que no me siento feliz de estar rodeada de zapatos nuevos.

Café de Tacuba
Me encantaron las meseras de anchas caderas y vestidos blancos. Enfermeras culinarias de mi siempre voraz estómago. Fui minimalista y pedí unos tacos de pollo.

Dos de octubre se me olvida
Es el primer año que olvido que es dos de octubre. Me sentí mal. Peor que cuando no iba a misa en pleno domingo. Es que uno va cambiando de evangelio y de apostolado... ahora sospecho que soy hedonista así que seré consecuente con mi nuevo dogma.

Vejez divino tesoro
Y mientras pasaba la multitud que pedía educación primero al hijo del obrero y después al hijo del burgués, un viejo se nos acerca y nos dice: "Treinta y seis años gritando las mismas consignas. Deberían hace una estatua de Díaz Ordaz y quemarla en el Zócalo o hacer algo más novedoso" Después, como buen jubilado, nos contó media vida y de paso nos convocó a un paro simbólico el 7 de octubre. Hache dice: "Ochentaytres años y militando, qué maravilla" Sí, qué maravilla... y esto no ha cambiado.

Central del Norte
Sólo he ido tres veces a la Central del Norte. La primera cuando hacía trabajo comunitario en la sierra de Hidalgo pero de eso hace tanto que casi lo tengo en el mismo cajón de olvidos del dos de octubre. La segunda, pufffff... la segunda es un recuerdo tan perversamente divertido que me obliga a reír bajito. En esta tercera dejé a Hache en su autobús esperando que llegara bien después de tantas escalas: Buenos Aires, Bolivia, Panamá, Ciudad de México y por fin, Monclova. Me quedé un rato mirando los destinos de los autobuses y conclui que el norte también existe.

Pokar de aire
Soy tan mala para jugar cartas... no me puedo concentrar. Tengo repelencia a los números y por eso siempre evado con gran fortuna los dominós y los naipes, pero ayer no me pude salvar de las tías jugando cartas. Uno y ya, les dije. Perdí, perdí y volví a perder. Jugué tres rondas y me fui sin entender el chiste del juego. No tolero el azar, hasta en eso soy una dominatrix.