lunes, octubre 11, 2004

Múrgulas con vientre de tocino

En los capítulos anteriores, la protagonista parecía tener todo bajo control: los malos en la cárcel, los buenos de aliados, los regulares de extras, el diván en la tapicería, el pan pan y el vino vino.
Pero como dijera Manu Chao: "Todo es mentira en este mundo, todo es mentira, la verdad..." Así que los malos están en sus sueños, los buenos para nada, los regulares saltan sobre su medianía, el diván es un trapecio donde no cabe su trasero, el pan duro y él vino... pero así como vino se fue.
Y es que ahora la protagonista no sabe cómo diablos se empata una vida a cuestas con una panorámica de tapiz. Y cuando mira su regalo con moño rojo (Gracias, Rafa) lo primero que lee es "Múrgulas con vientre de tocino" y luego lo abre y mira esta cita de Pepe Carvalho: "Hay que beber para recordar y comer para olvidar" y se cree que todo es una cábala, un I Ching y se toma dos margaritas al hilo con tal de no deshojarlas sobre el pantalón negro porque no hay nada más patético que hacer llover los recuerdos sobre fondo negro, produce chroma y no se ve bien en la pantalla. También come postre doble para olvidar un campari en la playa, un beso en día festivo, un destinatario imposible... Y sigue comiendo una pera almibarada para barnizarse la amargura y olvidar su mano sobre la de él y nunca viceversa... y aaaaah, suspira porque con tanto dulce se pone cursi, cursi y gorda.
Pero no todo está perdido. La siguiente semana será de acción. Tendrá que lidiar con su padre, su abuela, su tía, sus hermanas impertinentes y con el saldo de una noche de antro ocurrida hace meses. Súmenle el trabajo que por estos días no escasea, la duda que pende de un hilo, la lectura obligada de Nietzsche que tanto le recordará a su ex, los mil y un formatos, la ola amarilla, los problemas económicos, las promesas que no va a cumpir por pura venganza de lo que no le han cumplido, el amor de lejos que es de pendejos...
No se deje de perder los siguientes capítulos en donde la bien bautizada "Oficinista disfrazada de aventurera" complicará más las cosas con todo el mundo. Así que quedan advertidos. Deje de ver como destruye todas sus relaciones con el rayo láser que se robó de un hotel de Oklahoma y pierdase... pero de su vista porque incluso matará al mismísimo Mr. Blogger.


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