viernes, octubre 31, 2003

De regreso
Casi sin aterrizar...
Bajo un pie de la cama, me alejo de Cuetzalan
No sé qué decir...
sigo girando.
Todo huele a café. Hasta mis manos.

domingo, octubre 19, 2003

Vaca

Me voy de vacaciones y no pienso teclear nada al respecto. Son mis vacaciones secretas todo terreno. Mi huida a no sé dónde. Deslizamiento sin previo aviso.

He decidido no dar explicaciones esta vez y rumiar mis vivencias estómago dentro. Sé que voy a pastar con tranquilidad en verdes prados, que seré un bovino pasivo, que mujo: luego existo.
Seré la vaca que ríe y quizá, sólo quizá, traiga alguna foto y ninguna palabra.

miércoles, octubre 15, 2003

Mis amigas las arañas

Al atardecer, el sol hizo visibles los añicos tornasoles de su antigua casa. Con las cuatro patas que le quedaban, buscó una esquina bien situada y protegida. Después de varias vueltas de dos derechos y un revés terminó la fina redecilla. Su vida parecía tener sentido y pese a sus limitaciones físicas, seguía siendo la mejor maestra de tejido del barrio. Pero aún para la más experta, no hay peor enemigo que un plumero.


(Foto tomada por Pedro Pardo)

martes, octubre 14, 2003

Karma chameleon

En noviembre se cumplen cuatro años de que me mandó a la chingada. Recuerdo que lo hizo justo después de un nefasto concierto de Paquita la del Barrio. Afortunadamente no fue a la inversa –primero el adiós y luego el concierto- porque la sobredosis de folklore hubiese convertido a esta historia en algo mucho más patético de lo que ya es.
Para él bastó decir: “Bety... pssss... ai’ muere... ¿no?� mientras yo me llevé meses de luto y llanto y tuve que irme literalmente al culo del mundo a abrazar un pingüino. (Viva Chile Mierda)
Y por más que rememoro esta historia sobre la que han crecido flores y pastos y casi hijos, no puedo evitar sentirme mal ahora que es a él a quien han mandado a la chingada. Lo veo hacer sus maletas, huir. Lo veo con sus ojitos verdes, llorosos y no tengo fuerza para decirle que vaya a abrazar a un pingüino y que se le pasará en seis meses; que ahora él y yo somos los mejores amigos y que quizá algún día esa vieja jija también será su gran amiga.
Por eso lo invité a comer un gran plato de pulpos, para ver si se le pasa la pena... pero no, no se le va a pasar pronto. Eso lo sé. Karma chameleon.


lunes, octubre 13, 2003

Correos electrónicos

La mayor parte de los correos que recibo, ofrecen alargarme el pene. Parece simple, pero dado que carezco de uno me resultaría bien saber cómo puedo prolongar lo inexistente.

domingo, octubre 12, 2003

MisCelANeA DoMingUERa PaRa SOBreViVir

Un disco:
Rafa por fin me copió el disco de Saint Germain Des Prés, es muy bueno, aunque confieso que se escucha mejor en su casa acompañado de un mousse de chocolate, un cava y flores en el centro de la mesa.

Un texto:
Uno insulso, rescatado del Diario de Avisos de Mestizo(qepd) y posteado por mi bajo uno de mis cientos de nicks, el 22 de enero del 2001. Para hacer evocación a la nostalgia de aquellos tiempos:
Me gustan las letras redondas, los sandwiches cuadrados, los libros rectangulares y los amores en triángulo.
Voy paralela a mis deseos y perpendicular a las paredes hasta toparme con ellas.
Toda yo soy líneas curvas, circunferencias sedosas y óvalos receptivos.
Mi paisaje es de líneas quebradas que se adornan con espirales de agua y hierbas. Al final hay una recta que parece infinita. ¡Me gusta este lugar! Empiezo a echar raíces cuadradas y sumo recuerdos implacables por cientos. Sin embargo, me siento como número primo, indivisible sólo por sí mismo, un eterno número non.
Pero al final no importa; lograré despejar esta incógnita y me elevaré al cubo... de la basura.

Un blog:
Descubrí­ el de asakhira. Me gusta.

Algo para comer:
Favor de hacerlo en este orden:
Tapa inferior del pan untada con mostaza Dijon, rebanada de queso gruyere, jamón de pavo, hoja de lechuga, par de pepinillos, rebanadas (dos) de jitomate espolvoreadas con sal y orégano y tapa superior untada con dip de cebolla de Sabritas o en su defecto con una mezcla de dos medidas de mayonesa por una de alioli. Este sandwich puede ser comido frente a la tele o la PC siempre acompañado de una coca cola light que redima el exceso calórico.

Una lectura:
"El doble placer de los reality shows" de Andreas Kurz.



PD: Olvidaba que los domingos son familiares, favor de disculpar el solipsismo.

sábado, octubre 11, 2003

Sobre esa malsana necedad de reventar los viernes
Tengo el cuello de jirafa giratoria y la envoltura de turquesas no para de raspar con cada vuelta. Prefiero esto, a que me digan Linda Blair, aunque luego vaya al baño a vomitar porque está de moda ser bulímica. Pero yo no soy bulímica. Estoy "out" totalmente "out" casi tanto como la insistencia en usar zapatos de plataforma. Dice la Cosmopólitan que ahora vienen los zapatos terminados en punta, pero a mi me joden muchísimo los juanetes y además me siento mosquetero. Insisto, no soy bulímica ni anoréxica, me viene bien las plataformas: paso firmes, contundentes, pesados... como yo.
No debí sentarme dando la espalda a la puerta y luego además escuchar las razones para que él no la quiera mientras yo espeto un así es la vida, así son las relaciones de pareja como si supiera mucho del tema, como si fuera la doctora corazón dando consejos a siniestra. Ahora me pega el aire en la espalda y no puedo ver quien llega. En realidad no me interesa que llegue nadie, sólo me importa ver que en efecto, hay una puerta de salida. Hace horas que no quiero estar aquí pero tampoco me largo... no tengo a donde ir, bueno, sí, a mi casa, pero a últimas fechas mi casa no es destino.
Nadie me va a acompañar si salgo de aquí, sigo volteando con insistencia para ver si la puerta sigue ahí mismo. Ya no tolero la risa de esta mujer que habla de alta sociedad como si viviera en París. Como si no se notara a leguas que su falda la compró en Suburbia y su blusa la hizo su madre. Estas niñas pacatas de provincia usan el pasillo central de la iglesia como pasarela de desfile de modas minetras engolan la mirada para pedirle a dios que les dé un buen marido.
Han cerrado la puerta, señal de que nadie más entrará. Quizá nosotros ya no podamos salir. Un ataque de claustrofobia, me invade. Tomo mi bolsa cuyo contenido estaba esparcido por toda la mesa. A toda prisa meto el teléfono, la agenda, un paquete de chicles, una servilleta, mis lentes, tres discos compactos, un rimmel, una barra de labios, las llaves de la casa, las de la oficina, una paleta de caramelo, los cigarros, el encendedor, la cartera, un cepillo, un paquete con chomp bindis, un envase de crema, dos lápices, una pluma... y luego digo que no soy una vieja cliché de esas que cargan todo en su bolsa. Sólo dejo las llaves del auto fuera para luego no estar hurgando durante horas. Lo único que me redime es mi aferre a los zapatos de plataforma. Por cierto, muy poco prácticos para emprender la huida.

viernes, octubre 10, 2003

A propósito de las preguntas impertinentes de la Princesa Leia y del valemadrismo rotundo de Darth Vader, esto es algo de lo que leeré esta tarde/noche:

Por ejemplo
...por ejemplo
esa noche
no eras mar
eras un pantano seco
disfrazado de jardín.

jueves, octubre 09, 2003

La Princesa Leia pregunta:

¿Qué es más difícil, enamorarse o tener un orgasmo?


De porqué tanto trasnoche (juro que no es mi culpa)

Tengo una casa que me vomita, que me expulsa. Me saca por la mañana mientras un rayo de sol me flagela los ojos. Las paredes blanquísimas blancas, se van aproximando para propiciar sofoco.
Hay algo que huele mal en el refrigerador, quizá un día lo abra para algo más que sacar una coca cola y descubra qué es. Tal vez sea el queso por semanas ignorado o el jamón con que hice el último sandwich. Tal vez el refri está en contubernio con la casa para expulsarme de una vez por todas.
Por las noches -ya muy noche- bajo las escaleras de piedra con sumo cuidado, elijo la llave de entre muchas que ignoro de dónde son, pero que forman parte del eterno inventario de cosas inútiles. Entonces me doy cuenta que, efectivamente, esta casa me expulsa. La puerta de madera se ha hinchado con la lluvia oponiendo feroz resistencia a la entrada de mi desvelo. Esta casa no me quiere nada. Ama sus vacíos y sus muebles polvosos tanto como yo amo mis vacíos y mis recuerdos polvosos.
Tiempo atrás éramos compatibles, gozaba poniendo mi cara sobre las paredes frías y las paredes frías me rodeaban como una burbuja. Yo no sé porqué ahora me odia tanto y no me deja volver antes de la una ni salir después de las nueve. Yo no sé porqué ahora se ha puesto más grande, más húmeda; las plantas crecen como una microselva, el polvo se mete a la nariz. Yo no sé porqué soy víctima de mi propia casa cuando lo mejor sería tomarla por asalto y someter sus pisos al lodo del camino que recogen mis zapatos de tanto ir por las calles pateando el tiempo.
"Es linda tu casa" me dicen. Linda y cabrona. Desde sus enormes ojos ventana me mira trasnochando en una esquina, en la casa de un amigo, en alguna plaza. Desde su pedestal de la colina lanza maldiciones mientras condensa soledades y conjuros para herirme.
Entonces, ya tarde, llego sigilosa. Me desvisto despacito tirando mi ropa al pie de la cama, me pongo la pijama y voy al baño. Contengo el chorro de orina para no hacer mucho ruido y a oscuras me cepillo los dientes. Después me deslizo entre las sábanas y prendo con temor la lámpara del buró, no quiero que ese click perturbe demasiado este silencio. No quiero que mi casa se dé cuenta que ya llegué porque entonces empezarán a hacer crujir las ventanas y a sonar las cañerías.
En la mañana un impulso eléctrico hará que me bañe a toda prisa, que me vista con lo primero que encuentre sin hurgar mucho en el armario, que salga corriendo olvidando alimentar a los gatos,que encienda el auto y en el camino, y en la tranquilidad del camino, me ponga un poco de maquillaje para disimular las ojeras y los labios resecos.
El DesTiNo esT� SOrdO...
Le peDí uNa MuSA INspIrAdORa y Me maNDó unA MuSa AspIrADorA.

miércoles, octubre 08, 2003

Se solicitan grilletes
Hay días como ayer en que debería ponerme un grillete al tobillo para no salir a hacer estupideces.
Fui a la exposición de Patricia y Enrique y ahí me encontré al Brama. Le pedí a Bramiguel que me prestara su impresora para hacer la selección de poemas de la lectura del viernes. Entonces él me leyó un cuento, y leí mi poesía y todo era demasiado light. Le conté una anécdota sobre un tubo de óleo amarillo cadmio y se rió mucho. Después llamó Arcelia para decirnos que era importantísimo que fueramos a casa de Rafa.
Resulta que ella e Iván estaban en casa de Rafael supuestamente trabajando en su proyecto, pero la verdad es que se notaba que llevaban felices e incróspitas horas de solaz esparcimiento. Miguel y yo andábamos de un humor extraño. Queríamos ir pero no queríamos y al final acabamos yendo. No entiendo a Miguel. Primero no quería ver a Rafa y después le lleva un disco de Tom Waits.
Creo que la cagué con Iván, que le dije cosas que no debí haberle dicho y creo que le hice daño... aunque a decir verdad, el güey ya estaba suficientemente ebrio y sensible. Soy un manojito de vísceras esparcidas sobre Iván que es un osito de peluche; corrijo, es un misógino de peluche, porque ahí empezó la discusión que terminó en las patologías de su novia... blablabla. "Es un pleito de vecindad" dijo Rafa y me enojó el comentario.
Acto seguido, empiezo a burlarme de Rafa después de que estoicamente se sopló toda la lectura que hizo Bramiguel de mis poemas, pues era e-vi-den-te que a Rafael mis poesías le valen madre. A mi sus pinturas no me valen madre, yo no le doy el avión. Claro, no comparemos, él se cotiza caro y mis letras no valen ni tres pesos. Quizá por eso yo tenía esa actitud discordante. Sí, es "el" artista, pero que le baje. "Sí, que le baje" opinaría seguramente Bramiguel que también estaba como a la defensiva, igual que yo.
La única tranquila era Arcelia, en un plano muy racional desmembrando nuestras frases, recomponiéndolas de nuevo, poniendo pétalos de rosa en la cera de las veladoras, mirando mucho, mucho a Miguel.
Rafael prepara el mejor mousse de chocolate de todo El Sabinal, y el único helado de queso con cardamomo de toda la región. Hablando de comida y bebida (No por nada es el "Voilá"), en algún momento recordamos que las aceitunas de los martinis van sin relleno. Que las preferimos con hueso. Complicidades, claves, tonterías, eso alivianó la tensión.
En un momento me levanté de la mesa y lo único que escuché fue que Bramiguel dijo: "Beatriz está en el baño" y luego una portazo. Deduje que habría salido a mear, pero nunca volvió. Fingimos no desconcertarnos, yo sí lo estaba. Arcelia más.
Al poco tiempo decidimos irnos y lo que sigue es otra historia que ya contará alguien más... yo, simplemente debí refugiarme en casa. Ahora el de abajo solicita colirio.



PD: Sé que casi nadie lee mi blog. Y también sé que nadie de Tlaxcala lo lee, pero ya que salió al tema, estaré leyendo mis poesías en el teatro Xicohtencatl el viernes 10 a las 18 hrs.

lunes, octubre 06, 2003

Spleen Brumario
Empiezo a sentir las primeras rejurgitaciones de la depresión. Es algo así como las nauseas que anteceden a un gran vómito. Esas que encogen un par de veces los hombros mientras los ojos lloran. A mi se me encoge el alma mientras mis ojos están en época de sequía. Existió un alguien en mi vida que me compraba helado de chocolate para que se fuera la tristeza. A veces más que comérmelo, quería reventarlo contra el suelo o contra la pared. Existió otro alguien que diagnosticó ciclotimia y me dijo que no era nada grave. Nada grave y nada nuevo, Doctor, no me joda. No me interesa la nomenclatura, vayamos Doctor, a las causas.
No, no hay causas, sólo llegó puntual la depre Es tan circular, tan predecible, tan propia de octubre. No es la habitual de cada 28 días (muérdete la lengua, feminista) esta es la del fin de año, la de las lamentaciones por lo hecho, lo deshecho y lo no hecho. Curiosamente llega en el mes más flat de todos... ¿Problemas sentimentales? Negativo. ¿Broncas en la chamba? Las normales, sin patologías de escritorio. ¿No te quieren tus padres? Dicen que sí. ¿Tus amigos? Dicen que sí, pero no a todos les creo. ¿Eres feliz? Qué pregunta tan tonta.
Ya no me como el mundo, no me cabe y además me indigesta. Se acabó la cuerda de septiembre festivo con todo lo que esto implica. Esto también me causa desasosiego, pero es importante ponerle punto final. Quizá no llegue la depresión y sólo sea una falsa alarma, quizá sea el saborcito amargo de estar esperando a Godot, dolor moderado de estómago, piernas que no cesan de moverse y abulia... abulia fulminante.
No escucho que nada se pudra, ni veo crujir ninguna rama. No señorita, no hay causa para que usted se sienta así, no hay ninguna mano estrujándole el pecho, ¿entendió? Su vida es pletórica de dicha. Pronto vendrán a visitarla y usted lo sabe ¿cree que no la he sorprendido contando los días?. Tiene salud, trabajo. Ha comprado el disco que quería y además estaba de oferta. Mejor escúchelo y cante junto con Iggy Pop: Singin' la la la la la-la-la la, La la la la la-la-la la La la la la la-la-la la la-la.





domingo, octubre 05, 2003



RECoRtes LobOToMiZAdos del FesTIval San FRAncisCo (discUlpeseme eL ExcEsO de DoMINgUisMo)
Hace años que no disfrutaba tanto un concierto. Después de organizar y organizar tocadas, me cuesta trabajo disfrutarlas, sin embargo quedé más que sorprendida con el trabajo de Santa Sabina. Luego Jorge tuvo a bien deshacer un concierto que ni vio y como siempre, se pasó la noche jodiendo la vida y la visión de todos. Peor que un chilango gandalla, es un chilango con pretenciones intelectualoides. (Y nótese que adoro mi ser chilango pero este güey es un exceso) Su visión unilateral casi me jode la fiesta, pero la sorteé con una graaan sonrisa.
Volviendo al asunto del concierto, el trabajo estético tanto en lo sonoro como en lo visual me iluminó el sábado. En el teatro todo se veía más imponente que en la típica tocada de rock. Rita se veía div(a)ina, el escenario lucía hermoso. Me dio gusto ver de nuevo a Poncho. Todo esto me trajo nuevas ideas para un cuento (con matices autobiográficos, lo siento) Total, que ya tengo nosecuantosmillones de ideas para ponerme a escribir, pero soy una huevona, lo sé.
¿Ves qué pinche dispersión? No puedo ni siquiera hacer una mediocre crítica del concierto, mi cerebro está en verdad escuchimizado. No sé cómo soy capaz de quejarme de los egos de Jorge, Nacho y su banda teatrera si yo también soy asquerosamente autorreferencial (y es justo hacer otro paréntesis para decir que también la presentación de Ruta g estuvo muy buena, pese a los prejuicios cerebrales de Jorgito)
Mierda... ya en este tono de comentarios, y tratando de volver por enésima vez al asunto de Santa Sabina, viene a cuento mi anécdota adolescente: Esta vez sí cantaron una de mis canciones favoritas (junto con “Vacío�, que no la tocaron): “Lamento� (y abro otro paréntesis sólo para hacer notar mi preferencia por los lamentos y los vacíos)
Ya lo sé, estoy escribiendo pura estupidez... sáquenme de este domingo, sáquenme de aquí, esto más que escritura automática, es escritura autómata.

PD:Estoy posponiendo la pelea con la hoja en blanco. Ya llevo varios días diciendo “mañana� y mañana resulta ser “mañana�. “Mañana� justo cae en uno de esos odiosos lunes que sólo pueden redimirse con algunas letras mientras el cerebro se engancha al fin de semana convulso.
Demasiadas imágenes, mucha gente, algunos reencuentros... ya necesito volver a la vida monacal. El exceso de excesos, la desmesura y el cúmulo de vivencias, además de joderme la hoja en blanco y dejarla lista para el “querido diario� (Un querido diario que además se autocensura... ¡Vaya mierda!); me está matando neuronas a lo pendejo. Y eso ya se nota ¿verdad?

sábado, octubre 04, 2003

INSTANTANEAS DEL VIERNES POR LA NOChE
Esta niña, pobrecita, escucha música medieval y sueña con princesas y palacios. En el marco de las crenchas que caen a cada lado de su rostro (peinado de infanta idiota despeinada en el bosque), busca desesperadamente al brujo que la hechizó. El brujo está poseído por la voz de la soprano. Y la niña, pobre, casi se conmueve con la lágrima que brota del ojo derecho del brujo negro. Sube la Infanta Idiota a condecorar a la soprano en nombre del Rey. Desde arriba mira al brujo que mira a la soprano. Maldita nobleza, ¿para qué rayos le sirve?
corte directo a...
Esa mujer de madíbulas trabadas empieza a odiarme. ¡De ja eso! ¡Daña!
Me mira desde el otro lado de la mesa en el rejuego prógnata de su adicción mezclada con celos. Coctel Molotov para una diva que se vistió para matar... para matar arañas en la soledad de su recámara.
corte directo a...
En México, alguien patea una piedra de río. Cae una cáscara de plátano en mi patio.
En Barcelona, alguien patea una lata de atún. Cae una sirena en mi patio.
En Tlaxcala, alguien patea mis riñones. Cae un litro de aguardiente en mi patio.
corte directo a...
Vista aérea de mi almohada manchada de negro. Dos o tres pestañas esparcidas en las sábanas blancas (estrictamente blancas, como las que ahora visten mi cama). El teléfono sonando una, dos, tres veces. Un animal llorando en la puerta. Varios pañuelos desechables empapados y esparcidos en el piso. Tal y como lo odiaba el ex marido de no sé quien. El teléfono sonando una, dos, tres veces. Zoom in al moretón de mi pierna izquierda.
Fade out.

viernes, octubre 03, 2003

A propósito de guantes, brazos y muñones:
Muchas gracias a manocruel.

jueves, octubre 02, 2003

Último día

- Y si no te gustan mis guantes negros, córtame las manos y cómprate lo que más te guste.
Del aparador sustrajo un par de brazos blancos, pidió que los envolvieran para regalo y con el cambio compró una botella de whisky.






miércoles, octubre 01, 2003

Breve caminata diurna
Camino y saludo a ese, que me odia pero hoy me trata bien.
Camino, mis botas pesadas marcan mis pasos pesados. Esta ciudad es un mito,no existirá cuando esta caminata sólo sea una anécdota deslizada entre la cucharita del café y la lagaña matutina.
Sigo pensando qué diablos hago yo, sin mochila, sin nada, con lo puesto y dos discos en la mano, caminando como si no fuera un miercoles plagado de párpados pesados.
Apenas dos pasos más, y ya vengo caminando en comitiva. Nos juntamos en la calle, parece que vamos al mismo sitio, pero no nos tomamos en cuenta. La evidencia aparece cuando al cruzar la calle cada quien mira por su vida o por sus extremidades, que en este lugar la vida no se pierde en un crucero pues los pocos autos pasan lento. Las precauciones son sólo un síntoma de que estamos un poco alertas, que no somos tan zoombies, que aún queda un resquicio de vida propia.
No está el destinatario de mi caminata, de mis discos. No está. Llega tarde, duerme de día y vive de noche. Lo envidio. Lo envidio porque es noche y brilla, o me parece que brilla. A veces me quedo callada y funcionan mis ojos, entonces también brillo. Pero no ocurre siempre. Es una lástima. Emprendo el camino de regreso.
Finalmente y media cuadra antes de llegar a mi criptoficina, puedo entregar los CD's. Sabía que serían bien recibidos... ¿esperabas algo más, tontita?
La media cuadra restante, se me va saludando automáticamente a la gente. Lo tengo tan ensayado que no necesito pensar más que en lo que quiero pensar. Niña caprichos, un día todo te saldrá muy mal. Mientras tanto, a cada paso, continuas saliéndote con la tuya.
Sólo quedan las escaleras, malditas serpientes eternas que se enroscan en mi rodilla aún dañada por querer montarme en el trauma de la niñez. Cada escalón me recuerda al maldito caballo, también me recuerda a mi padre gritando "Si te caes, te subes de nuevo" y yo... ¿quería aprender a montar? Cada escalón, me grita que no, mi rodilla me suplica que no más. Llego. Las otras que afuera florecen, aquí se marchitan, en cambio yo florezco aquí sotenida por alambres. No somos aves de corral, no somos aves. Ni somos flores. Ni somos noche.
Queda la esperanza dentro de la PC. Una esperanza que pega su cara al vidrio, y se deforma. Por fin me siento en mi sillón negro giratorio y ergonómico. Quiero salir de nuevo. Quiero ir por la calle con un par de discos buscando destinatario. He olvidado que ya salí. He olvidado los motivos, el aroma de mi casa, la música que oímos.
Una nueva caminata quizá reconfigure el miércoles.