domingo, febrero 28, 2010

Flip channels

Vamos a contar mentiras, tralalá
Me gusta decir mentiras.  No sabía que me gustaba hasta que empecé a hacerlo. No miento siempre.  Sólo cuando digo cosas amables.  Así que cuando diga algo amable, duda de mí.

Redes sociales en mi ombligo
Voy a graficar mi pasado con Egonet a ver si así me aclaro.  Por ejemplo, en el pasado era fan de John Berger cuando decía que "El pasado no es algo para vivir en él; es un pozo de conclusiones del que extraemos para actuar"  Me cansé del pozo oscuro y ahora quiero telarañas. 

Chile, Chilito lindo
Chile es un país que me duele desde hace tiempo.  Ahora más.  Pienso en todos ellos, sí, en todos.  Duele, carajo, pero ahora de otra forma más sensible, más humana.  Que estén bien, todos.  Sí, todos.

Amores virtuales
Ella dijo: "I blog you".
El respondió: "Lo siento nena, I love YouTube"

Pizza 2x1
¿Y qué diablos hago con la pizza que me sobra?
La pedí de anchoas, es claro que no es para ti y yo mañana me pongo a dieta.


Mañana me pongo a dieta
No es algo amable, pero también es mentira.



 

jueves, febrero 25, 2010

Culpa a bordo de la Línea 1

Fue esa línea lo que me inquietó. Boca línea recta mirándome. Boca línea recta idéntica a la de Ella. Siendo idéntica a la de Ella esperaría un escupitajo y sin embargo, me sonrió. Yo apenas fruncí los labios y bajé la mirada como si hubiera sido la boca de Ella y no un remedo de la boca de Ella.
Lo asombroso es cómo cualquier línea recta, cualquier lombriz viajando en metro, cualquier grieta en una cara ajena es una rendija por la que se cuela el pasado. Pasado que no se colaría si Ella no me hubiera incluido en el pack de la traición con ese "Ustedes" que me ponía del lado del enemigo. Pasado que no acudiría después de tantos fracasos de no ser por esa culpa modesta pero crónica que se aloja en la memoria.
Me digo que así es la vida, que una no se podía hacer responsable de crisis de los cuarenta cuando se tenían veinte, que no era maldad sino inconsciencia y que finalmente acabé del mismo lado que Ella, aunque dijera "Ustedes", aunque mi nombre fuera un dolor, aunque Ella nunca sospechara que después tendría que aplicarse el mismo consuelo que me regaló.
Y todo eso pienso mientras la mujer de la boca de raya me sigue mirando como si intentara saber qué pasa por mi cabeza y a mí me dan ganas de pedirle perdón sólo por traer una boca prestada.

jueves, febrero 18, 2010

Grisuras bobas

Estoy aquí porque quería escribir pero sólo escucho llover sobre el techo de uralita.
Estoy aquí porque así son mis noches, y como consecuencia, mis días.
Estoy aquí con un jet lag genético que no supero a pesar de haber idovenido varias veces.
Estoy aquí con un pretexto cualquiera mientras pienso que seguramente la vida era otra cosa con más sol y menos malas compañías pero ¿qué le vamos a hacer? ¿a dónde podría ir a estas horas, con estos charcos y con preguntas tan tontas?
Sin embargo estoy en la hora precisa de no hacer nada para dejarme derrotar.
Hoy no saldrá ninguna idea, ningún renglón, ningún verso. Eso ya quedó muy claro.
Será porque hoy ya es mañana o porque mañana será gris y los que duermen no lo saben. Quizá por eso duermen tan tranquilos, porque no saben las cosas que yo ya sé. No saben, por ejemplo, que mañana deberán llevar paraguas y que eso será lo de menos.
No saben que hay noches en que sí ocurren milagros, pero no se los puedo demostrar porque justo esta noche, no ocurrió ninguno.

lunes, febrero 08, 2010

Altiva

Altiva: qué palabra más altiva esta de "altiva".
Altiva, qué palabra tan en desuso que lo mismo sirve para la letra de una cumbia, que para una marca de ropa interior, que para nombrarme cuando remedo a las mujeres que no soy.
Altiva, altiva, altiva. Hace mucho que no oía esta palabra y la repito tanto que desgasto su significado hasta hacer de ella un trapito manso que repta entre mis pechos; un conjunto de letras deslavadas que llevo heridas ante María Moliner.
Altiva ya no rima con selectiva, ni con ofensiva, ni con impulsiva.
Altiva ahora rima con defensiva, con repetitiva, con deriva.
Rimaría quizás con diva de no ser porque mis pantuflas no combinan y no hay nada de glamour en barrer hojitas secas por las madrugadas o en esconder bajo la alfombra telarañas mentales.
Altiva, tanto tiempo sin escucharla que casi me parece un halago, casi me parece una palabra hecha de rimmel y tacones altos, una palabra de bisutería y voz impostada. Casi me parece una actitud dibujada con el dedo en un espejo de hotel de lujo.
Casi me parece que no hiere de no ser porque sangra.
Casi me parece una palabra de la que hace tiempo me desahuciaron y a la que a veces regreso sólo para ver a mi reflejo habitándola.

martes, febrero 02, 2010

Canciones de espuma

Con la regadera y el shampoo, germinaron en mi cabeza las notas de una canción tonta, una baladita romanticona que no puedo recordar quién interpretaba.
Este baño no tiene una acústica tan buena como otros en los que he desgañitado cualquier cantidad de melodías, pero el rito es es el rito. Hoy en la mañana, la primera vez me salió fatal. Cuando procedí a poner un poco de acondicionador ya salió mejor porque además de que la garganta ya se había desperezado recordé la segunda estrofa. Yo suelo cantar en la ducha de lunes a viernes. Los fines de semana no, porque por alguna razón no me gusta que mi actual marido me escuche cantar. Es un trauma del pasado derivado de un ex que decía que mi voz estaba llena de vicios, me tocaba la puerta del baño y me decía que eso no era así sino de esta otra forma. Yo persistí en mis vicios de voz y en muchos otros vicios. Mi actual marido en cambio encuentra bonita mi voz, por eso debo ocultarla, para que no recuerde que canto bien -según él- y no me lo pida en público como quien le pide a su niña de cinco años que cante la canción que aprendió en el kinder. Así soy yo: terca ante la crítica e incrédula ante el halago.
Ocurrió que la canción que germinó en la mañana se convirtió en una maceta que traje en la cabeza todo el día. Lamenté no tener mi Ipod a mano para ponerle otras canciones encima y ver si se diluía con otra. Empecé a tararear mentalmente otra cosa pero la hierba mala arrancaba de cuajo a las otras canciones.
Y así, hasta este momento, en que Satie me está desyerbando la cabeza.
Mañana es miércoles y podré cantar de nuevo con mi voz maleducada alguna baladita tonta que espero secar de raíz con la toalla.