miércoles, abril 29, 2009

Esto no es una opinión

"En los montes, los valles y collados
de animales poblados,
se introdujo la peste de tal modo,
que en un momento lo inficiona todo"

Félix María Samaniego



Y yo elijo ser la rata que abandonó el barco y mira desde buen puerto la psicosis
desatada en mi querídismo DF. Primero pensé que sería conspiranoia pura, pero con dos amigos infectados -declarados-, sospecho que los síntomas de la contaminación ideológica no coinciden con sus malestares físicos.
Este post nomás lo escribo por hacer memoria histórica, no aporta nada, ni informa de nada, ni genera un nuevo chiste que fortalezca las tesis de Octavio Paz. Creo que hay que tener todos los hilos en la mano para opinar en serio y no sufrir de esta jodida opinionitis que es bastante contagiosa (hoy han llegado a mi correo más de 8 "opinaciones", algunas buenas y otras bastante pinches y obvias). Aventurarse a elaborar una valoración en medio del caos que han tenido a bien generar las H. autoridades y sus respectivos medios de difusión sería seguir en la dinámica del ruido, mucho más perjudicial que el H1N1. Sobre todo, si como es mi caso, ni se tiene el pulso social ni se ha tenido el tiempo, las ganas o la información de la de a deveras como para dejar de repetir los tres lugares comunes de la izquierda y los paliativos para imbéciles de la derecha.
No me vengan con la libertad de expresión y todo eso. Uno es libre de expresarse, lo que es una putada es que te paguen para expresarte mal o que te paguen para ser portavoz de intereses convenidos. O que nadie te pague y tu generes sesudas hipótesis que se aferran a conjeturas emergentes. Como siempre: mucho ruido y pocas nueces.
Cuando todo pase, buscarán un culpable para llevarlo al cadalso y todo seguirá su curso como cuando el temblor dejó chimuelas todas las calles o como cuando la inversión térmica hizo que además de tener cuidado de no pisar cacas de perro, tuviéramos que sortear a los pajaritos muertos.
Siempre es más fácil culpar a los animales de la peste. Animales con mocos como los pollos o los cerdos o vacas con patologías cerebrales peores que las de los gobernantes. ¿Qué sigue? ¿El pulpo gonorreíco? ¿El SIDA de las sardinas?

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