lunes, septiembre 29, 2003
Bye, bye ochentaaaa
Alguien me comentaba el otro dÃa, sobre cierto personaje que compraba mucha música de los ochenta porque en plena época no tuvo dinero para adquirirla. Ahora que es-como yo- un asalariado ligeramente por arriba del promedio, compra toda la parafernalia ochentera como memorabilia de las carencias estudiantiles.
Pocas cosas añoro de la adolescencia, quizá porque estaba en otra frecuencia mÃstica-espiritual-intelectual, pero de la niñez extraño algunas cosas que nunca tuve. He aquà el top ten de las cosas anheladas durante toda mi primaria:
1.- La Cabagge Patch
2.- El micrófono de juguemos a cantar
3.- La colección completa de PEZ
4.- El disco de Enrique y Ana con el correspondiente "disco chino"
5.- El juego de quÃmica de "Mi alegrÃa"
6.- Un reloj Swatch
7.- La Trapper Keeper de delfines
8.- Las tarjetas de Garbage Pail Kids
9.- La peluquerÃa de Play Doh (en ese entonces se llamaba "plastimasa")
10.-Una mochila original (de las de Sanrio) de "Hello Kitty"
Mucha ñoñerÃa, lo sé... pero a mi los ochenta me tomaron en plena infancia. Mucha gringada, también lo sé... pero me cultivaron como sueño el ir a Disneylandia.
Asà que ahora, sólo colecciono los PEZ. Lástima que ya no tenga a quién presumirlos.
Alguien me comentaba el otro dÃa, sobre cierto personaje que compraba mucha música de los ochenta porque en plena época no tuvo dinero para adquirirla. Ahora que es-como yo- un asalariado ligeramente por arriba del promedio, compra toda la parafernalia ochentera como memorabilia de las carencias estudiantiles.
Pocas cosas añoro de la adolescencia, quizá porque estaba en otra frecuencia mÃstica-espiritual-intelectual, pero de la niñez extraño algunas cosas que nunca tuve. He aquà el top ten de las cosas anheladas durante toda mi primaria:
1.- La Cabagge Patch
2.- El micrófono de juguemos a cantar
3.- La colección completa de PEZ
4.- El disco de Enrique y Ana con el correspondiente "disco chino"
5.- El juego de quÃmica de "Mi alegrÃa"
6.- Un reloj Swatch
7.- La Trapper Keeper de delfines
8.- Las tarjetas de Garbage Pail Kids
9.- La peluquerÃa de Play Doh (en ese entonces se llamaba "plastimasa")
10.-Una mochila original (de las de Sanrio) de "Hello Kitty"
Mucha ñoñerÃa, lo sé... pero a mi los ochenta me tomaron en plena infancia. Mucha gringada, también lo sé... pero me cultivaron como sueño el ir a Disneylandia.
Asà que ahora, sólo colecciono los PEZ. Lástima que ya no tenga a quién presumirlos.

sábado, septiembre 27, 2003
viernes, septiembre 26, 2003
Mitos franceses, mitos geniales.
Me salà de mi carne, gocé el goce más alto:
oponer una frase de basalto
al genio oscuro que nos desintegra.
Alfonsina Storni
Cargamos con las culpas de un cuerpo maleducado, sometido, reprimido. Siendo mujer peor aún. Puedes sentir placer a discreción. Y una se traga el cuento pero cuando cruza la lÃnea...
¿Será que el plaisir es el principio del jouissance ? ¿El jouissance es el climax o la muerte del plaisir ? Sospecho que el jouissance es la declaración rotunda de la petite mort ¿y la petit mort ? Una falacia con toques ligeramente masculinos.
Me salà de mi carne, gocé el goce más alto:
oponer una frase de basalto
al genio oscuro que nos desintegra.
Alfonsina Storni

Cargamos con las culpas de un cuerpo maleducado, sometido, reprimido. Siendo mujer peor aún. Puedes sentir placer a discreción. Y una se traga el cuento pero cuando cruza la lÃnea...
¿Será que el plaisir es el principio del jouissance ? ¿El jouissance es el climax o la muerte del plaisir ? Sospecho que el jouissance es la declaración rotunda de la petite mort ¿y la petit mort ? Una falacia con toques ligeramente masculinos.
jueves, septiembre 25, 2003
Hoy fuimos a Huamantla y el Brama se enojó porque su trozo de conejo estaba frÃo. Iván en cambio se comió con singular alegrÃa unos huevos duros rellenos de atún. A mi me sigue dando un poco de "ñañaras" (uy, años sin usar esta pintoresca palabra) comer conejo, pero igual que Iván, con sigular alegrÃa, me lo comà sin pensar demasiado en colitas de algodón y sombreros de mago. Yo también me hubiera enojado si mi conejo hubiese estado frÃo. La diferencia es que cuando estamos en público soy una berrichuda endógena. Cuando estamos en "petite comité" soy una berrinchuda exógena... y eso lo saben todos mis amigos y ya no se asombran, sin embargo yo sà me asombro de los berrinches ajenos.
Iván le ha puesto un apodo genial a Rafa: El "voilá"; esto a causa de su aparente exquisitez. DeberÃamos hacer un inventario de los motes que este güey le ha colgado a medio Tlaxcala.
Esto no es mi querido diario, os lo juro, pero no hay nada que contar, ni tampoco he escrito. Ayer vi una obra de teatro tristÃsima llamada "Historia de la Oca" No lloré porque habÃa mucha gente y es que mis berrinches y mis llantos en público son siempre pa dentro... luego por eso tengo tanta basura acumulada en las venas. No como el Brama, que hace berrinches pa' fuera pero pensándolo bien también debe tener la sangre llena de... por lo menos de alcohol.
Y al final, el niño mata a la oca. Me recordó mi cuento del avestruz (¡viva la autorreferencia!) mismo que puede leerse apuchurrando el link que dice "alma gemela" en la parte derecha de la pantalla ("Recuerdo de un circo", se llama) Algún dÃa corregiré ese cuento. Tiene partes que me gustan. Como dirÃa mi ex Lex: "Si le rascas, tiene carne fresca"
Y bueno, ayer fue miércoles de lágrima y vino. Al final, ni tanto vino, ni tanta lágrima...Claudia y Roger me salvaron la noche.
Iván le ha puesto un apodo genial a Rafa: El "voilá"; esto a causa de su aparente exquisitez. DeberÃamos hacer un inventario de los motes que este güey le ha colgado a medio Tlaxcala.
Esto no es mi querido diario, os lo juro, pero no hay nada que contar, ni tampoco he escrito. Ayer vi una obra de teatro tristÃsima llamada "Historia de la Oca" No lloré porque habÃa mucha gente y es que mis berrinches y mis llantos en público son siempre pa dentro... luego por eso tengo tanta basura acumulada en las venas. No como el Brama, que hace berrinches pa' fuera pero pensándolo bien también debe tener la sangre llena de... por lo menos de alcohol.
Y al final, el niño mata a la oca. Me recordó mi cuento del avestruz (¡viva la autorreferencia!) mismo que puede leerse apuchurrando el link que dice "alma gemela" en la parte derecha de la pantalla ("Recuerdo de un circo", se llama) Algún dÃa corregiré ese cuento. Tiene partes que me gustan. Como dirÃa mi ex Lex: "Si le rascas, tiene carne fresca"
Y bueno, ayer fue miércoles de lágrima y vino. Al final, ni tanto vino, ni tanta lágrima...Claudia y Roger me salvaron la noche.

miércoles, septiembre 24, 2003
ENTRE IRSE Y QUEDARSE
Entre irse y quedarse duda el dÃa,
enamorado de su transparencia.
La tarde circular es ya bahÃa:
en su quieto vaivén se mece el mundo.
Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.
Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.
Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sÃlaba de sangre.
La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.
En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.
Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.
Octavio Paz
(A propósito del dÃa, del ojo y de la pausa)
Entre irse y quedarse duda el dÃa,
enamorado de su transparencia.
La tarde circular es ya bahÃa:
en su quieto vaivén se mece el mundo.
Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.
Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.
Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sÃlaba de sangre.
La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.
En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.
Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.
Octavio Paz
(A propósito del dÃa, del ojo y de la pausa)
martes, septiembre 23, 2003
acidtripfue una de las primeras páginas que descubrà en mis mozos años de cibernauta.
De ahà sale la imagen de ahà abajo.
¿y?
Y ya...
El maldito Tonayan Escocés, no me dejó el cerebro muy presto para echar letras. Sabrán disculpar la cruda.
Ah, y el link está mal hecho...
es www.acidtrip.com
De ahà sale la imagen de ahà abajo.
¿y?
Y ya...
El maldito Tonayan Escocés, no me dejó el cerebro muy presto para echar letras. Sabrán disculpar la cruda.
Ah, y el link está mal hecho...
es www.acidtrip.com
lunes, septiembre 22, 2003
Traumas animados de ayer y hoy: Top Ten del MonjerÃo.
10.- La monja fea. Madre Ema. Recién habÃa salido del noviciado y ya era cuarentona. Era bióloga además de ser monja y hacÃa muecas de placer cuando abrÃamos bichos en el laboratorio. Un dÃa nos confesó que se metió de monja cuando vio que ya no iba a casarse. Alguna incauta le preguntó porqué y ella se limitó a responder "por fea"
9.- La novicia desesperada: Madre Lupe. Esta pobre monja fue vÃctima de la primera rabieta de la que tengo memoria (5 años): De un puñetazo tiré el librero sobre su pie. Estuvo con el pie escayolado algunos dÃas, pero me perdonó y no me acusó con nadie.
8.-La de concurso: Madre Ana. Un dÃa estábamos todas las rechonchas pubertas alrededor de la alberca en un campamento escolar, cuando de las aguas emerge cual Bo Derek la Madre Ana en su traje de baño negro y con un cuerpazo de escándalo. Todas quedamos boquiabiertos y con la camiseta a las rodillas tapando nuestras impudicias.
7.-La arrepentida: Madre Malena. A decir verdad todavÃa no era monja pero era una novicia con "gran" vocación. Tan grande que al querer estar más cerca de Dios no encontró mejor vÃa que estar cerca del Padre Chucho. Se casaron y aunque las monjas hicieron lo posible para evitar el chismorreo, toooodo el colegio se enteró.
6.-La lesbiana: Madre Isabel. Nadie se explicaba porqué pese a su gran belleza, su renombrada familia y su escasa vocación estaba ahà metida en un colegio. Bueno, pues después se supo porque una maestra la sorprendió haciendo un examen un tanto sospechoso. El resto de las monjas callaron, pues su familia sostenÃa gran parte de los lujillos de estas lujuriosas hermanas. Al final, la confinaron a la administración, donde desde una ventanita, sólo puede ver la mano que le extiende el cheque de la colegiatura.
5.-La cómplice: Madre Tere. Esta monja era bien joven y siempre hablaba con muchas muchas groserÃas. Dos veces nos aplaudó las travesuras en vez de castigarlas. Sobre todo la perpretada contra la señorita Emma, un pituca que daba clases de mecanografÃa y usaba peluca.
4.-La polémica: Madre Maricruz. La mujer tenÃa más guardarropa que la barbie de la niña Onassis. De pronto nos daba clases con unas faldas muy modernas en color khaki (ella me enseñó eso del color khaki) y en el recreo, la cambiaba por una falda blanca, tennis reebook y lentes ray ban. Nunca entendà porqué estaba exenta del voto de pobreza, pero la última vezque la vi, iba caminando en Buenos Aires por la calle de las boutiques más exclusivas. La muy cabrona no recordó mi nombre pero le mandó saludos a mi madre.
3.- La revolucionaria: Madre Josefina. Decidió que los viernes, las chicas de la preparatoria eran libres para portar la ropa que quisieran, convocó a elecciones para las jefas de grupo y regalaba libros sobre la teologÃa de la liberación a toda aquella que se lo solicitara. Sus faldas eran bien étnicas y artesanales y tenÃa un gran mostacho parecido al de la Kahlo. Lo último que se supo de ella es que estaba en Chiapas trabajando con el EZLN.
2.- La cocinera. Madre Esperanza. Era la que atendÃa la tiendita de la escuela y se encargaba de mantener la lÃnea redonda de las alumnas. Preparaba tostadas, donas, salchichas... todo con mucha grasa y altos niveles de colesterol. Mi hermana más pequeña que recién salió del monjerÃo, me contó que durante su último año hacÃa sushi y bocadillos light. Todo progresa.
1.-La monja/monja: Madre Gertrudis. Nos enseñaba a hacer punto y a bordar trapos de cocina para el dÃa de las madres. Era muy viejita, tenÃa las manos callosas y de sus ropas emanaba un olor a coño de anciana que claro, en ese entonces no sabÃa que ese era el olor a coño de anciana.
10.- La monja fea. Madre Ema. Recién habÃa salido del noviciado y ya era cuarentona. Era bióloga además de ser monja y hacÃa muecas de placer cuando abrÃamos bichos en el laboratorio. Un dÃa nos confesó que se metió de monja cuando vio que ya no iba a casarse. Alguna incauta le preguntó porqué y ella se limitó a responder "por fea"
9.- La novicia desesperada: Madre Lupe. Esta pobre monja fue vÃctima de la primera rabieta de la que tengo memoria (5 años): De un puñetazo tiré el librero sobre su pie. Estuvo con el pie escayolado algunos dÃas, pero me perdonó y no me acusó con nadie.
8.-La de concurso: Madre Ana. Un dÃa estábamos todas las rechonchas pubertas alrededor de la alberca en un campamento escolar, cuando de las aguas emerge cual Bo Derek la Madre Ana en su traje de baño negro y con un cuerpazo de escándalo. Todas quedamos boquiabiertos y con la camiseta a las rodillas tapando nuestras impudicias.
7.-La arrepentida: Madre Malena. A decir verdad todavÃa no era monja pero era una novicia con "gran" vocación. Tan grande que al querer estar más cerca de Dios no encontró mejor vÃa que estar cerca del Padre Chucho. Se casaron y aunque las monjas hicieron lo posible para evitar el chismorreo, toooodo el colegio se enteró.
6.-La lesbiana: Madre Isabel. Nadie se explicaba porqué pese a su gran belleza, su renombrada familia y su escasa vocación estaba ahà metida en un colegio. Bueno, pues después se supo porque una maestra la sorprendió haciendo un examen un tanto sospechoso. El resto de las monjas callaron, pues su familia sostenÃa gran parte de los lujillos de estas lujuriosas hermanas. Al final, la confinaron a la administración, donde desde una ventanita, sólo puede ver la mano que le extiende el cheque de la colegiatura.
5.-La cómplice: Madre Tere. Esta monja era bien joven y siempre hablaba con muchas muchas groserÃas. Dos veces nos aplaudó las travesuras en vez de castigarlas. Sobre todo la perpretada contra la señorita Emma, un pituca que daba clases de mecanografÃa y usaba peluca.
4.-La polémica: Madre Maricruz. La mujer tenÃa más guardarropa que la barbie de la niña Onassis. De pronto nos daba clases con unas faldas muy modernas en color khaki (ella me enseñó eso del color khaki) y en el recreo, la cambiaba por una falda blanca, tennis reebook y lentes ray ban. Nunca entendà porqué estaba exenta del voto de pobreza, pero la última vezque la vi, iba caminando en Buenos Aires por la calle de las boutiques más exclusivas. La muy cabrona no recordó mi nombre pero le mandó saludos a mi madre.
3.- La revolucionaria: Madre Josefina. Decidió que los viernes, las chicas de la preparatoria eran libres para portar la ropa que quisieran, convocó a elecciones para las jefas de grupo y regalaba libros sobre la teologÃa de la liberación a toda aquella que se lo solicitara. Sus faldas eran bien étnicas y artesanales y tenÃa un gran mostacho parecido al de la Kahlo. Lo último que se supo de ella es que estaba en Chiapas trabajando con el EZLN.
2.- La cocinera. Madre Esperanza. Era la que atendÃa la tiendita de la escuela y se encargaba de mantener la lÃnea redonda de las alumnas. Preparaba tostadas, donas, salchichas... todo con mucha grasa y altos niveles de colesterol. Mi hermana más pequeña que recién salió del monjerÃo, me contó que durante su último año hacÃa sushi y bocadillos light. Todo progresa.
1.-La monja/monja: Madre Gertrudis. Nos enseñaba a hacer punto y a bordar trapos de cocina para el dÃa de las madres. Era muy viejita, tenÃa las manos callosas y de sus ropas emanaba un olor a coño de anciana que claro, en ese entonces no sabÃa que ese era el olor a coño de anciana.
domingo, septiembre 21, 2003
Retazos del fin de semana (en el DF... sólo ahÃ)
"Aunque al final me deprima, putear es lo que menos me putea" (Amiga que se está volviendo puta)
"Quieres ir a una fiesta exclusiva en donde nadie te conoce y nadie te quiere" (Amigo envidioso)
"Mujer francesa vestida de escocesa y Bailarina sobre elefante rosa" (Contraseñas para entrar a la fiesta exclusiva)
"Tu problema no es que seas punk o que seas dark, tú problema es que eres un pendejo" (Amigo envidioso comentando talk show)
"Si me sigues chingando te voy a romper todo lo que conocemos por dientes" (Hermanita furiosa)
"Una familia de cinco miembros no podrÃa vivir con 30 mil pesos al mes, o bueno ¿a qué te refieres con vivir?" (Amigo rico de mis amigos pobres)
"Las mujeres son entidades que recogen la excelsitud del planeta" (Comerciante de La Lagunilla)
"Déjame decirte que ese güey está muy feo, si lo quisieras o anduvieras con él, pues todavÃa. Si sólo es para tirártelo, qué mal gusto tienes" (Amigo invitado a la fiesta exclusiva)
"Aunque al final me deprima, putear es lo que menos me putea" (Amiga que se está volviendo puta)
"Quieres ir a una fiesta exclusiva en donde nadie te conoce y nadie te quiere" (Amigo envidioso)
"Mujer francesa vestida de escocesa y Bailarina sobre elefante rosa" (Contraseñas para entrar a la fiesta exclusiva)
"Tu problema no es que seas punk o que seas dark, tú problema es que eres un pendejo" (Amigo envidioso comentando talk show)
"Si me sigues chingando te voy a romper todo lo que conocemos por dientes" (Hermanita furiosa)
"Una familia de cinco miembros no podrÃa vivir con 30 mil pesos al mes, o bueno ¿a qué te refieres con vivir?" (Amigo rico de mis amigos pobres)
"Las mujeres son entidades que recogen la excelsitud del planeta" (Comerciante de La Lagunilla)
"Déjame decirte que ese güey está muy feo, si lo quisieras o anduvieras con él, pues todavÃa. Si sólo es para tirártelo, qué mal gusto tienes" (Amigo invitado a la fiesta exclusiva)
sábado, septiembre 20, 2003
Viernes
Pareciera que si es viernes, me obligo a que suceda algo. No sé qué, pero "algo". Será porque en mi lógica de burócrata amaestrada, el fin de semana es una rutina para escapar de la rutina. Los viernes se encuentran en la misma gama de estÃmulos obreros que el dÃa de quincena, los aguinaldos, los dÃas festivos y todas aquellas pausas respiratorias.
La fiesta acabó pronto o simplemente terminó a la hora que tenÃa que ser. Creo que me sentÃa muy bien rodando cuesta abajo en San Francisco. Quizá la culpa sea del sable del poder o de mis botas con nueve centÃmetros de tacón o de Iván Godzilla o del Brama tratando de huir de su propio personaje o del abrigo de Gandalf o del último bostezo de Claudia o de las ocurrencias de Bernardo que me recuerda tanto a Nacho.
Raro en mi, pero me ha entrado un ataque festivo casi ligado a la compulsión. Sospecho que me estoy recuperando para perderme otra vez y entonces sÃ, guardarme en la eterna melancolÃa mucho más parecida a mi, que este extraño sentimiento gozoso que últimamente me embriaga (y esto último no es metáfora).
Después de un martes en que todo me sonaba a "Just a Perfect day" con todo y then later when it get's dark, wi'll go home. Viene este viernes, cargado de trabajo que al final me hace sacar la cabeza y gritar: exijo fiesta. Sin embargo, sé que la racha durará poco, mientras tanto You just keep me hanging on.
Y mañana sábado y domingo... y cuando vuelva el lunes, lo normal es que regrese la mirada taciturna y el encogimiento de hombros.
Pero hoy fue viernes y pasó por mi garganta suficiente cerveza. Juro que no tanta como para no seguir pensando que You just keep me hanging on. Y no sé que pase después... Todo parece indicar que ocurrirá lo de siempre: Nada.
Pareciera que si es viernes, me obligo a que suceda algo. No sé qué, pero "algo". Será porque en mi lógica de burócrata amaestrada, el fin de semana es una rutina para escapar de la rutina. Los viernes se encuentran en la misma gama de estÃmulos obreros que el dÃa de quincena, los aguinaldos, los dÃas festivos y todas aquellas pausas respiratorias.
La fiesta acabó pronto o simplemente terminó a la hora que tenÃa que ser. Creo que me sentÃa muy bien rodando cuesta abajo en San Francisco. Quizá la culpa sea del sable del poder o de mis botas con nueve centÃmetros de tacón o de Iván Godzilla o del Brama tratando de huir de su propio personaje o del abrigo de Gandalf o del último bostezo de Claudia o de las ocurrencias de Bernardo que me recuerda tanto a Nacho.
Raro en mi, pero me ha entrado un ataque festivo casi ligado a la compulsión. Sospecho que me estoy recuperando para perderme otra vez y entonces sÃ, guardarme en la eterna melancolÃa mucho más parecida a mi, que este extraño sentimiento gozoso que últimamente me embriaga (y esto último no es metáfora).
Después de un martes en que todo me sonaba a "Just a Perfect day" con todo y then later when it get's dark, wi'll go home. Viene este viernes, cargado de trabajo que al final me hace sacar la cabeza y gritar: exijo fiesta. Sin embargo, sé que la racha durará poco, mientras tanto You just keep me hanging on.
Y mañana sábado y domingo... y cuando vuelva el lunes, lo normal es que regrese la mirada taciturna y el encogimiento de hombros.
Pero hoy fue viernes y pasó por mi garganta suficiente cerveza. Juro que no tanta como para no seguir pensando que You just keep me hanging on. Y no sé que pase después... Todo parece indicar que ocurrirá lo de siempre: Nada.
viernes, septiembre 19, 2003
Sus hilos corrieron de la cáscara de naranja al viejo arce, de la botella abandonada al caballito de madera, de la lápida al campanario. Clausuró el camino que iba del diván al vestido de novia de la abuela; hizo una trama desde el balcón hasta el péndulo oscilante. Enmarcó miradas tiernas y lascivas; risas irónicas e histéricas. Dentro de las cuadradas celdas creó jardines, hogares, basurales, escuelas, sanitarios y cárceles dentro de la cárcel. Nos obligó a caminar de una lÃnea a otra para llegar al destinatario de los “buenos dÃasâ€�,del beso, del golpe seco. Tejió irrepetibles historias para que nunca termináramos de transitar por ellas. Dios ha muerto, pero nos encerró en su telaraña.
jueves, septiembre 18, 2003
Hormigas
Cuando la lluvia decide inmolarme
nada queda sobre mi piel desierta.
Pienso que la tristeza
es un puñado de hormigas contratadas
para caminar sobre mis piernas
y que no olvide que sigo viva.
Son ellas, patitas de aguja,
acicates definitivos
que impiden permanecer de piernas cruzadas
habitando lo inmóvil de estos dÃas
en que perecer
se parece tanto a permanecer
y la locura es una idea fija anclada a la silla.
Son ellas, dientes de sierra,
quienes incitan a darle un vuelco al cesto de letras
aunque haya mucha basura en esta esquina,
en aquel patÃbulo
y en cada cuarto de hotel.
Una vez cumplida su tarea,
regresan al hormiguero por cada arteria
hasta llegar al lado izquierdo de mi pecho.
Ahà nacen y mueren.
Después,
son azuzadas por nuevas lluvias
para emprender una vez más, la cÃclica fuga.
Cuando la lluvia decide inmolarme
nada queda sobre mi piel desierta.
Pienso que la tristeza
es un puñado de hormigas contratadas
para caminar sobre mis piernas
y que no olvide que sigo viva.
Son ellas, patitas de aguja,
acicates definitivos
que impiden permanecer de piernas cruzadas
habitando lo inmóvil de estos dÃas
en que perecer
se parece tanto a permanecer
y la locura es una idea fija anclada a la silla.
Son ellas, dientes de sierra,
quienes incitan a darle un vuelco al cesto de letras
aunque haya mucha basura en esta esquina,
en aquel patÃbulo
y en cada cuarto de hotel.
Una vez cumplida su tarea,
regresan al hormiguero por cada arteria
hasta llegar al lado izquierdo de mi pecho.
Ahà nacen y mueren.
Después,
son azuzadas por nuevas lluvias
para emprender una vez más, la cÃclica fuga.
miércoles, septiembre 17, 2003
martes, septiembre 16, 2003
Bajo el árbol
Esta hoja aún no ha sido
y ya me arrebata al cielo.
No sé si perdonarle su tibieza
o dejarla ocurrir sobre mi párpado ajado.
Pienso que debe ser
el rojiluz de mi media mirada
(o un rey de bastos
o una pluma blanca
que corre
hasta mis labios)
lo que sujeta al tiempo
colocándolo
entre este árbol y el mundo.
Esta hoja aún no ha sido
y ya me arrebata al cielo.
No sé si perdonarle su tibieza
o dejarla ocurrir sobre mi párpado ajado.
Pienso que debe ser
el rojiluz de mi media mirada
(o un rey de bastos
o una pluma blanca
que corre
hasta mis labios)
lo que sujeta al tiempo
colocándolo
entre este árbol y el mundo.
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