domingo, agosto 31, 2008

Mamotretos infumables desde el otra vez Insomnio(disculpe usted la tortura)

Por más que intento hacer de esta vida un remedo de decencia y de normalidad, la noche insiste en tenerme de espectadora.
Todos los resortes del odiado colchón me expulsan. Voy al baño. No tengo ganas de mear pero ya que estoy aquí, me lavo las manos con el jabón que huele a señora sesentona de vestido floreado. Intento quitarme el olor jugando con el agua. Sale un chorro que me moja el camisón.
Antes de no dormir, terminé "Kafka en la Orilla" de Murakami y se me dibujó un signo de interrogación a quince centímetros de mi cabeza. El signo acabó por reventar a la nube y me llovió una imagen de etiquetas con la palabra Why? (sí, así tal cual, en inglés y creo que la impresión estaría hecha con un Arial 16) 4 x 5= 20 etiquetas blancas alineadas como aquellas para marcar los cuadernos. Cuando estaba en este absurdo de las etiquetas, pensé que ya estaba en la fase de vigilia en que las grandes pendejadas parecen ideas geniales. Supuse que vendrían dos o tres pensamientos absurdos y me dormiría.
Pues no.
Me dediqué a ponerle la etiqueta de "Why?" a los momentos más "Why?" de mi existencia.
Una vez agotadas las veinte etiquetas, me detuve en una escena etiquetada en la que, si los recuerdos hacen bizco había una cama, y si los ojos se separan había dos camas. Creo que eran dos y hacía calor. No sé. Diez años dan para destejer y tejer cuantas veces haga falta.
Cuando no puedo dormir siempre le hago un rewind a la vida.
Está muy spanglish este post... yo no sé a qué vienen estos insomnios bilingües.
Hazte para allá.
Me gustaría tener una cama para mí solita. Una cama que estuviera siempre fresca aunque yo dé más vueltas que el demonio de Tazmania. Una cama para dormir de noche.
Debería elegir una profesión nocturna pero entre las opciones sólo me seduce la de cantante de bar. Alguna vez quise ser poeta maldito (sí, maldito) pero ya está muy gastada esa categoría, casi tanto como la de aquellos que se creen Bukowski porque toman alcohol barato y escriben sobre putas. También quise ser Batman, pero los trajes ceñidos no me sientan bien y odio a los jovenes tipo Robin. Debe ser por eso que Kafka Tamura no acabó de caerme bien durante todo el libro. Jamás pude empatizar con él. No sé si el libro me gustó o no. Durante la lectura sí pero el resultado final no sé. Justo lo contrario que me pasó con 2046, que durante la película no sabía si me iba gustando pero cuando acabó me pareció genial, aunque no tanto como "Deseando amar"
Son extraños los orientales.
Quizá es que tengo horario oriental por ver películas orientales, leer libros orientales, comer sushi, tener un despertador comprado en el "Todo a cien" y vivir cerca del barrio chino. Ahora mismo en Tokyo son las doce del día. A las doce del día de aquí yo estaré con unas ojeras para incubar canguros.
Voy a intentar dormir. Se ha secado ya el camisón. Si no puedo, empezaré con Houllebecq.
Buenos días y buena suerte.

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