miércoles, mayo 16, 2007

El final se acerca ya
lo esperaré leyendo a Hempel

Me gustaría tener un cinturón heurístico para fortalecer lo que sé, que es tan poco, que pienso que más que cinturón, necesito un collar heurístico negativo. La culpa de mis paranoias las tiene Imre Lakatos. Estos días son académicamente intensos y se me está diluyendo la literatura que era el único núcleo duro al que aferraba mis verdades.
Mentiría si digo que no sé porqué no me pongo a inventar como poseída y me dejo de etnografías. A veces la gente me lo pregunta. Desconoce que mientras estoy dispuesta a falsearme cualquier hipótesis, soy incapaz de aplicar un modus tolens a ciertas frases, a cierto modo de hacer... a esas cosas que uno no explica por pudor pero que las trae adentro y simplemente "así son"
Será que todavía no hago antropología con el corazón. Será que jamás lo haré y que la vulgaridad del ensayo - error me sacude la epistemología, me la suda pues.
Por otra parte sigo pensando en blogguibloggersbloguest... on line... offline... y en cómo diablos paso de Marvin Harris a esta dicotomía sin pegarme un madrazo en la jeta. También pienso en la pobre víctima que introduzca "Lakatos" en el google y se tope con mis alucines.
Algo que odiaba de niña eran las carreras de costales. Para mí ganar, significaba llegar última. Ganar era simplemente no caerse y esa misma sensación tengo ahora: falta poquito, no quiero caerme, solo quiero acabar este puto semestre de una vez y después aterrizar un 12 de julio en el centro de mi chilanguismo. Besaría el suelo, pero lo hizo antes el Papa y no me gustan las babas ajenas.
Contundentes como fondos no problemáticos estarán ahí tres tacos al pastor: me comeré uno en nombre de Khun, otro en nombre de Popper y el tercero en nombre de Hempel. El agua de horchata va por Feyerabend.

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