lunes, febrero 02, 2009

La doña reivindicativa

No hay nada que me moleste más que me revisen la bolsa cuando salgo de alguna tienda. Así que la cajera no esperaba que ante la retórica pregunta "¿Te molesto si abres tu bolso?" Le respondiera "Sí me molesta y me molesta mucho" La pobre no sabía como excusarse y me dijo que en lo que iba del día (eran las doce) ya le habían llamado la atención dos veces porque no le había revisado el bolso a una señora mayor y a una "morita" (ajá, esa palabra usó:"morita"), encima se excusó diciendo: "Bueno, con la mora, todavía, pero a la señora mayor, es que entiéndeme..."
Y le respondí que a nadie se le debería revisar en el entendido de que somos clientas y vamos al supermercado a consumir no a robar.
Se me quedó viendo como si le estuviera hablando en ruso y abrió los ojos mucho, mucho. En su defensa me dijo: "Es que tu bolso, no parece bolso sino bolsa"
Aaaah caray, ahora sí los sinónimos me están dando por el culo, pero no me ofendió la pobreza discursiva de la mujer, creo que me ofendió más que le dijera bolsa a mi bolso que yo siempre llamo bolsa aunque aquí le digan bolso a esto y le llamen bolsa o lo que también le llamo bolsa... aunque lo que de verdad me dolió fue que no supiera apreciar el inigualable diseño de mi bols@ chic comprado en un bazar de diseñadores alternativos. Me ahorré el discurso y le hice una mueca de resignación, tomé mi bolsa (esa sí era bolsa) con mis compritas y cuando me disponía a irme me dijo de remate:
"Pero no, entiende, que tú no tienes pinta de que quieras robar nada"
En otro contexto social, lo hubiera tomado por el lado amable de que en efecto, no iba con una media en la cabeza o con gabardina y lente oscuro, pero lo que en realidad quería decir es: "no tienes pinta de extranjera perniciosa, de gitana uñas largas, de árabe de raras costumbres..."
Y como entre más hablaba más se hundía, le respondí:
"Mira, yo entiendo que no lo pases bien con esto de revisar los bolsos, que es una orden, pero dile a tu jefe que es una falta de respeto y que si él sospecha de sus clientes, yo también sospecho de sus precios".
Volvió a mirarme con cara de what?, pero me fui... me fui para no volver. No vuelvo a pisar el Condis de "Nacho" (porque el dueño del supermercado se las da de amigo de la clientela y de tendero dicharachero, pero el cabrón es un xenófobo bien hecho). Ahora los castigaré con mi desprecio más profundo.

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