Estoy aquí porque quería escribir pero sólo escucho llover sobre el techo de uralita.
Estoy aquí porque así son mis noches, y como consecuencia, mis días.
Estoy aquí con un jet lag genético que no supero a pesar de haber idovenido varias veces.
Estoy aquí con un pretexto cualquiera mientras pienso que seguramente la vida era otra cosa con más sol y menos malas compañías pero ¿qué le vamos a hacer? ¿a dónde podría ir a estas horas, con estos charcos y con preguntas tan tontas?
Sin embargo estoy en la hora precisa de no hacer nada para dejarme derrotar.
Hoy no saldrá ninguna idea, ningún renglón, ningún verso. Eso ya quedó muy claro.
Será porque hoy ya es mañana o porque mañana será gris y los que duermen no lo saben. Quizá por eso duermen tan tranquilos, porque no saben las cosas que yo ya sé. No saben, por ejemplo, que mañana deberán llevar paraguas y que eso será lo de menos.
No saben que hay noches en que sí ocurren milagros, pero no se los puedo demostrar porque justo esta noche, no ocurrió ninguno.
2 comentarios:
Probando, probando.
Qué triste, qué triste.
Se borraron los demás.
Qué triste, bueno ni tanto. A reiniciar con los comentarios.
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