lunes, febrero 08, 2010

Altiva

Altiva: qué palabra más altiva esta de "altiva".
Altiva, qué palabra tan en desuso que lo mismo sirve para la letra de una cumbia, que para una marca de ropa interior, que para nombrarme cuando remedo a las mujeres que no soy.
Altiva, altiva, altiva. Hace mucho que no oía esta palabra y la repito tanto que desgasto su significado hasta hacer de ella un trapito manso que repta entre mis pechos; un conjunto de letras deslavadas que llevo heridas ante María Moliner.
Altiva ya no rima con selectiva, ni con ofensiva, ni con impulsiva.
Altiva ahora rima con defensiva, con repetitiva, con deriva.
Rimaría quizás con diva de no ser porque mis pantuflas no combinan y no hay nada de glamour en barrer hojitas secas por las madrugadas o en esconder bajo la alfombra telarañas mentales.
Altiva, tanto tiempo sin escucharla que casi me parece un halago, casi me parece una palabra hecha de rimmel y tacones altos, una palabra de bisutería y voz impostada. Casi me parece una actitud dibujada con el dedo en un espejo de hotel de lujo.
Casi me parece que no hiere de no ser porque sangra.
Casi me parece una palabra de la que hace tiempo me desahuciaron y a la que a veces regreso sólo para ver a mi reflejo habitándola.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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