Tengo ganas de ir a un lugar muy elegante. Llegar con peinado de peluquería y comportarme como personaje de Cheever. Sí, otra vez los personajes femeninos. Ahora quiero ser como un personaje.
Quiero ir a un lugar y que el maitre me conozca por mi nombre de casada y después beber el vino a sorbitos, así, como si me doliera llevármelo a los labios. Quiero decir cosas como "Creo que lo mejor es no hablar de política" o "La cena estuvo estupenda". Quiero tener la ocasión de decir "estupenda" sin sonar estúpida o sin que nadie me lo diga a la cara. Quiero darle una palmadita en la pierna a mi marido para que sepa que debemos irnos.
Tengo ganas de jugar a que no soy yo y callarme lo que tengo que decir pero sin hacer muecas. Porque a veces no hablo pero mi cara me delata con creces. Tengo una nariz pequeña que respinga por todo y unos ojos gritones. Quiero tener cara de botox para tener bajo control los gestos que se me tuercen.
Quiero cenar junto a la playa sin que se me corra el maquillaje o sin que el pelo me haga ondas extrañas sobre la frente. Quiero un vestido fucsia con corte halter y una espalda y unos brazos más estilizados.
Quiero ser otra y que después digan "corte" Y luego ir a mi camerino imaginario para poder describirme con odio y con deleite.
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