Planetas desdichables
Iba a Oaxaca pero llegué a Neptuno, a tu planeta provisional.
Disculpa que yo no pueda darte una dirección tan cósmica, la mía es ordinaria. Es el nombre de un señor. Si yo tuviera un planeta, no le pondría el nombre de un señor.
A decir verdad, yo no creo tener ningún planeta.
Tengo un hoyo negro en forma de un hombre que dice quererme. Como silueta de caricatura atravesando una pared.
Cuando me dejo querer abro los ojos y estoy en un universo paralelo:
Una galaxia de huevos ahogados.
Un balcón que no me deja contar las lunas.
Sigo con un pie en cada universo.
Quisiera partirme por la mitad. Auguro un Big Band plagado de estrellas tristes, de notas azules.
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