martes, febrero 01, 2005

Comicomedia en tres actos

Contricción colegiala
La única forma de reconciliarme con esta ciudad, es rascándole las tripas. Especialmente esta tripa verde que me regala la ilusión de no haber crecido: El mismo queso de Oaxaca en su cabeza. La misma mano que extiende La Jornada. La misma secreteria bonita. El mismo olor a tinta de periódico amarillo. Pensaría que viajé en el tiempo de no ser porque la vida es una putada y porque mis jeans han crecido dos tallas.
Amores y otros bichos
Creo que toda mi vida confundí el amor con la gastritis. Debe ser culpa de las mariposas que dejan restos de polvillo en el tracto digestivo. En algún momento pensé (aunque no muy ciegamente) que el amor era una carita azul o un cristal punzando mis riñones al jerez. Ahora sé que la gastritis se cura con Primperan y que el amor es una letra horrenda profanando al Quijote en su IV centenario.
Lawrence de Arabia
Otra vez el desierto y mi piel erizada de dunas. He ido a comprar un camello y sólo me dieron veinte cigarros. Extraño fumar a medias, ahora tendré que consumir completa la añoranza y resucitar al grillo que vive en mi garganta. La arena no se queja, se moldea anatómicamente a mi único cuerpo. Hace frío.



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