domingo, septiembre 26, 2004

(((Paréntesis)))

Doctor, es un sonido grave. No el piiiii del mosquito o del si bemol del extremo sur del teclado. Es el pooooo del barco que va a ningún lado, es un camión de pasajeros mudos.
Todos los sonidos pasan por el tamiz de ese poooo que llegó a habitar mis oídos. Curiosamente lo único que me calma es la música. Entonces lo que necesitas es un psiquiatra, sentencia Ximena entre currys, cardamomos, lassis y frente a un Rodrigo que secunda la moción cuando digo que lo mejor de la Cenicienta es el fetiche por los zapatos.
El poooo es amable y me dejó escuchar el concierto de Chucho y Cigala, Lágrimas Negras mi canción favorita desde que las lágrimas incoloras no fueron suficientes para mi azotadez habitual. Y luego aquello de Se me olvidó que te olvidé, Inolvidable, Riachuelo.
Supuse que estaba curada, pero hoy en la mañana otra vez ese poooo, esa pecera circundando mi cabeza, ese sonido perpetuo y la voz del médico diciendo necedades del tipo: usted no puede fumar, tiene el tabique desviado, los senos paranasales jodidos, si el lunes sigue el poooo tendrá que guardar reposo absoluto, a veces el poooo puede ser permanente e irreversible... y yo tomo todas sus palabras y las sumerjo en un pooooo profundo.
Estoy entre paréntesis.

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