No sé qué hacer conmigo...
Y antes hubiera ido corriendo a cortarme el pelo, a pintarlo de colores, a comprarme ropa nueva, a buscarme un cibernovio, a experimentar alguna droga inteligente o idiota, o a pelearme con el primero que pase. Sin embargo ya aprendí que las peluqueras pueden causarte mayor desasosiego, que el tinte me deja el pelo hecho una mierda, que no debo gastar en tonterías, que quiero serle fiel a mi marido, que más vale mota por conocida que mierda por conocer y que siempre acabo muy remordida cuando provoco peleas por puro placer.
Así que pensé que ya que por motivos laborales, personales, sociales, epidérmicos y depresivos estoy atada a mi lap top; sería bonito cambiarme de casa y mudarme de blog. Ya había acondicionado un nuevo espacio por el pluro placer de escribir en hojas nuevas a ver si así se me acicatea un poco la inspiración, pero como soy más ambiciosa decidí que no tengo que mudarme y puedo tener mi casa jodida de siempre y mi casita en el campo y por eso abrí un blog nuevo, porque no sé qué hacer y porque es gratis; porque quiero ver si me emociono y escribo o si me deprimo y escribo y si pienso luego escribo...
Yo qué sé. Tal vez después decida mudarme a mi nueva casita y dejar esta, con su decorado kitsch y sus toneladas de mierda... yo qué sé. Eso sí, fui muy original con el nombre:
http://flagelodidante.wordpress.com
Que viva la vida digital.
Nos vemos por aquí... o no. No sé qué hacer conmigo.
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