Blog de Beatriz Patradox, para deleite de su soberbia y de alguno que otro voyeur
domingo, enero 27, 2008
Domingueada
Es tan fácil acostumbrarse a confiar de nuevo en alguien sin que asome la incertidumbre por ninguna cortina, que de pronto se me olvida que yo era otra persona que estuvo a punto venir pero no encontró jamás el billete en los bolsillos.
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