Para mi currículum
En mi ridículum vihte, se cuentan varias actividades insólitas que datan de los tiempos precámbricos en que salí de lago en la representación del patito feo, posteriormente de nuez, pasando por la venta de útiles escolares y yendo a parar a mi fugaz empleo como bar-tender.
Hoy fui una rata de laboratorio.
Me dieron un vale para un café y un bollo de chocolate (el equivalente por tipo de cambio al frucsi al tiempo y torta de queso de puerco) y 15 euros a cambio de machacarme con muchísimos tests y sustraerme un poc de líquido vital.
Ojalá pronto salga una convocatoria para probar algún fármaco interesante y paguen bien. Ojalá el fármaco sea para ser feliz, adelgazar, no sea adictivo, estimule mi capacidad de concentración y dé brillo a mis ideas. De hecho, pagaría por todo ello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario