martes, junio 30, 2009
Efecto caracol
Lo mío es el efecto caracol. Al caos se le olvida que debe ser caos y muere acomodado en el confort de los sucesos que nadie registró.
Un caracol come una hoja de perejil y catorce años después un hombre en calcetines se rasca la oreja.
Quizá es porque desde el principio no hubo un batir de alas. Quizá si no hubiera amordazado a la mariposa... pero ese ya es otro cuento que puede terminar en tormentas.
En ambos lados del mundo sólo se posó un baba espesa.
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